Los negociadores del Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo tenían ante sí la difícil tarea de alcanzar un acuerdo sobre la revisión de la Directiva de la UE sobre energías renovables (DER).
Y lo hicieron, fijando el objetivo global de la UE en materia de energías renovables para 2030 (una cuota obligatoria del 42,5% de energías renovables en el consumo final bruto de energía, y un objetivo voluntario del 45%) y sobre los objetivos para los combustibles renovables de origen no biológico utilizados en el Transporte.
Decepción
Sin embargo, muchas voces han sido críticas con estas decisiones, apuntando a que se ha aliviado la presión que se venía ejerciendo en materia de sostenibilidad. Es el caso de la Oficina Europea del Medio Ambiente (EEB), cuyo responsable de política de Energías Renovables, Cosimo Tansini, ha declarado su decepción al ver cómo se diluye la ambición del objetivo de energía renovable de la UE debido a las influencias indebidas sobre la DER por parte del lobby nuclear y sus defensores entre los gobiernos de la UE. Un objetivo obligatorio del 45% ya sería débil y anticuado. La modelización de escenarios muestra que el 50% es posible y recomendable para respetar nuestros objetivos climáticos del Acuerdo de París, por lo que todo lo que sea inferior al 45% simplemente muestra la desunión europea y la falta de ambición. Ahora es crucial que los países de la UE se comprometan con trayectorias a largo plazo de descarbonización y despliegue de renovables con el claro objetivo de superar los objetivos fijados en la Directiva».

