En su introducción, de la que reproducimos una parte, el informe indica que las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte por carretera aumentaron entre 1990 y 2019. Se prevé que las políticas actuales invertir esta tendencia, pero no lo suficiente como para alcanzar el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050.
Del mismo modo, se recoge que el transporte es responsable de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE, siendo el transporte por carretera el que representa la mayor parte (72% en 2019). Las políticas climáticas y energéticas de la UE han contribuido a reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores, excepto en el del transporte: las emisiones totales de gases de efecto invernadero del transporte aumentaron en más de un 33% entre 1990 y 2019 y las emisiones del transporte por carretera en casi un 28%.
Según la Comisión Europea, teniendo en cuenta todas las medidas políticas existentes, se prevé que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del transporte serán un 3,5% más altas en 2030 que en 1990 y que sólo se reduzcan un 22% en 2050 respecto a los niveles de 1990.
Esto está muy lejos de la reducción del 90% que se necesita para el transporte en 2050 para alcanzar el objetivo global de reducir las emisiones de CO2. En concreto, se prevé que el transporte por carretera se comporte un poco mejor, con una reducción de las emisiones del 4% en 2030 y del 35% en 2050, en comparación con 1990.
Las emisiones del transporte por carretera siguen siendo impulsadas principalmente por una demanda creciente de transporte
Este informe presenta un análisis pormenorizado del periodo 2000-2019, que explora los factores que impulsan la tendencia de las emisiones de CO2 de los turismos y los vehículos pesados de transporte de mercancías.
Las emisiones de CO2 de los turismos en los 27 Estados miembros de la UE (UE-27) aumentaron un 5,8% entre 2000 y 2019. El principal factor impulsor que contribuyó a este aumento fue el crecimiento del 16,6% en los volúmenes de transporte de pasajeros, combinado con una cuota dominante y ligeramente creciente del transporte en automóvil entre los modos de transporte terrestre. Este efecto se vio parcialmente compensado por la mejora de la eficiencia energética, es decir, la reducción del consumo de energía por pasajero/km, y por el uso de biocombustibles.
Vehículos pesados
En el caso de los vehículos pesados, las emisiones de CO2 aumentaron un 5,5% entre 2000 y 2019. En cuanto a los turismos, el crecimiento de la actividad de transporte fue el factor más importante que impulsó las emisiones al alza. La actividad del transporte interior de mercancías (es decir, el transporte por carretera, ferrocarril, vías navegables y oleoductos) aumentó un 22% entre 2000 y 2019, con fluctuaciones que están estrechamente relacionadas con las tendencias generales de la actividad económica.
El impacto de este crecimiento en las emisiones se vio reforzado por el transporte por carretera, que es dominante y va en aumento. El factor más importante para compensar en parte el efecto de la actividad del transporte fue la mejora de la eficiencia energética (reducción del consumo de energía por tonelada/km).

