Jesús Herrero, secretario general de Atuc, analiza en NEXOBÚS los retos y oportunidades del transporte público de cara a 2026
El año 2025 deja cifras positivas en el transporte urbano y metropolitano, pero también tensiones operativas por el rápido aumento de la demanda. En un momento clave para el sector, Jesús Herrero, secretario general de ATUC, responde al cuestionario de final de año de NEXOBÚS con una mirada crítica, pero optimista hacia el futuro.
“Las flotas no están diseñadas para absorber crecimientos tan rápidos”
“2025 ha sido un año marcado por la continuación del crecimiento en el volumen de viajeros transportados”, señala Herrero al hacer balance. Este incremento, si bien positivo, ha tensionado al máximo la operativa de muchos servicios. Las flotas, advierte, cuentan con un margen de reserva, pero “ninguna está diseñada para absorber crecimientos como los producidos en estos últimos años”.
Uno de los hitos del año ha sido la aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible, que, aunque no perfecta, supone “un avance muy importante en el impulso del transporte público”. Herrero destaca especialmente que la norma recoge el compromiso de la Administración General del Estado y establece una estructura de financiación estable y previsible.
Sin embargo, el desarrollo reglamentario de esta ley, en especial en lo relativo al Título IV sobre financiación, sigue pendiente. La falta de concreción, junto con la congelación de las subvenciones a ayuntamientos y consorcios desde hace años, preocupa seriamente al sector.
Expectativas para 2026: más apoyo y menos incertidumbre
Entre los tres grandes deseos de Jesús Herrero para el próximo año destacan:
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Que continúe el crecimiento de la demanda.
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Que se concrete el desarrollo reglamentario de la nueva ley.
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Que aumenten las subvenciones y se active el Fondo Social para el Clima.
En cuanto a las medidas que deberían mantenerse, insiste en preservar los descuentos, siempre que vengan acompañados de una financiación adecuada para ampliar vehículos y plantilla. Lo que debería dejarse atrás, afirma con rotundidad, es “cualquier efecto inflacionista y el complicado mercado de los seguros para flotas”.
Dirigiéndose directamente a las administraciones públicas, Herrero lanza un mensaje claro: “Si realmente nos comprometemos con los objetivos del PNIEC en cuanto al cambio modal del coche privado hacia el transporte público, es imprescindible aumentar la oferta en al menos un 60%”. Además, remarca la urgencia de impulsar la electrificación completa de las flotas, algo que exige inversiones ambiciosas y coordinación institucional.
En cuanto a lo que traerá 2026, el secretario general de ATUC vislumbra una oportunidad: “La tendencia es al crecimiento, no solo en volumen sino también en calidad, con mayores frecuencias y mejor cobertura territorial”. Un futuro esperanzador… siempre que vaya acompañado del respaldo necesario.




