Las asociaciones denuncian interpretaciones restrictivas de la normativa que encarecen los trámites y ponen en riesgo la adaptación a los nuevos pesos autorizados
Una medida poco demandada que llega con más obstáculos
La aprobación del aumento del tonelaje máximo hasta las 44 toneladas para los vehículos articulados no fue una reivindicación prioritaria del transporte español, pese a estar implantada en otros 13 países europeos. Así lo reflejan las encuestas realizadas por Fenadismer, en las que un elevado porcentaje de transportistas expresaba su preocupación por que el mayor tonelaje no se traduzca en tarifas más altas, incrementando así sus costes operativos.
Para aportar referencias objetivas, está previsto que el Ministerio de Transportes publique el 18 de diciembre el nuevo Observatorio de Costes del Transporte de Mercancías por Carretera, que incluirá el impacto económico oficial de operar vehículos de 44 toneladas. Sin embargo, antes incluso de conocer estos datos, los transportistas ya se enfrentan a serias dificultades administrativas.
Las asociaciones de transportistas han solicitado una reunión urgente con el Ministerio de Industria, con el objetivo de exponer todas las trabas
Según denuncian las asociaciones del sector, las estaciones de ITV, siguiendo directrices del Ministerio de Industria, están aplicando de forma restrictiva e irracional la Orden Ministerial de julio sobre pesos y dimensiones. Dicha norma establecía expresamente que los vehículos técnicamente preparados para las 44 toneladas podían circular con esa MMA sin necesidad de pasar previamente por la ITV, bastando con anotar el nuevo tonelaje en la ficha técnica en la revisión periódica correspondiente, para evitar cargas burocráticas innecesarias.
No obstante, numerosos transportistas han trasladado su sorpresa e indignación al comprobar que, si no solicitan esa actualización en la primera revisión tras la entrada en vigor de la norma, las ITVs deniegan el cambio en inspecciones posteriores. En esos casos, se obliga a tramitarlo como una reforma de importancia, exigiendo informes técnicos del fabricante, lo que encarece el proceso de menos de 50 euros a más de 1.000 euros, pese a tratarse únicamente de una actualización administrativa de la ficha técnica.
Rechazo de semirremolques por diferencias mínimas
A estas dificultades se suma el rechazo de la homologación de cientos de semirremolques para operar a 44 toneladas, alegando supuestos incumplimientos en las distancias entre ejes, incluso por diferencias inferiores a un centímetro respecto a la normativa técnica. Para el sector, esta situación supone una barrera técnica desproporcionada e injustificada, que impide adaptarse a la nueva regulación.
Reunión urgente con el Ministerio de Industria
Ante esta acumulación de obstáculos, las asociaciones de transportistas han solicitado una reunión urgente con el Ministerio de Industria, con el objetivo de exponer todas las trabas y dificultades detectadas en el proceso de homologación y exigir criterios homogéneos, razonables y acordes al espíritu de la norma. El encuentro está previsto para este viernes 19 de diciembre, y se espera que sirva para corregir un escenario que amenaza con frustrar la aplicación práctica de los nuevos pesos y dimensiones en el transporte de mercancías por carretera.





