La mercancía corre un mayor riesgo de daños por manipulación que en el comercio tradicional
«En el entorno actual del comercio electrónico, prácticamente cualquier producto del mundo puede venderse online, lo que da lugar a una increíble diversidad de retos y requisitos» comenta Eike Dominiak, global business development manager de Henkel. «Ya se trate de de transporte seguro, una logística sostenible o una experiencia de consumo excepcional, en Henkel tenemos en cuenta cada paso de la cadena de valor para ofrecer cadena de valor para ofrecer el adhesivo o recubrimiento adecuado a las necesidades de nuestros clientes».
La empresa se encarga de ayudar a sus clientes y socios a hacer frente a los retos en cada etapa de la cadena de valor del comercio electrónico, centrándose en proporcionar soluciones sostenibles que garanticen una mayor reciclabilidad y que ayuden a optimizar la logística. Sus adhesivos permiten un envasado eficaz y fiable gracias a sus soluciones de termofusión y termosellado para embalajes automatizados, su embalaje a prueba de manipulaciones gracias al alto desgarro de la fibra, o una protección contra daños en el embalaje de última milla entre otras características.
«Comparado con el negocio minorista tradicional, el proceso de comercio electrónico es mucho más complejo y con más pasos en la cadena de valor, ya que tanto el embalaje como la mercancía en tránsito corren un riesgo de sufrir daños por una manipulación hasta 20 veces mayor» afirma Scott Farber, director de estrategia de mercado y soluciones de papel de Henkel. «Nuestras soluciones de adhesivos y recubrimientos están específicamente diseñadas para soportar entornos de baja temperatura y alto volumen, así como para garantizar la calidad y la fiabilidad en cada paso del viaje de comercio electrónico para reducir el riesgo de devoluciones de paquetes y aumentar la satisfacción del cliente».
Transparencia en sostenibilidad
Asimismo, la empresa destaca la sostenibilidad como parte integral de su proceso de producción, algo que demuestra al cliente a través de las evaluaciones de ciclo de vida. En ellas, se muestra el impacto medioambiental causado por la fabricación de los productos, permitiendo comprobar de primera mano los esfuerzos en este aspecto.
