FedEx Express ha celebrado el 40º aniversario de su primer servicio transatlántico regular. El 15 de junio de 1985, una flota de siete aviones Boeing 727 de Federal Express despegó para establecer conexiones aéreas vitales entre Nueva York, Londres y Bruselas, marcando un momento clave en la redefinición del comercio y la conectividad global.
El servicio marcó un momento clave en la redefinición del comercio y la conectividad global
Catorce años después de su fundación en Little Rock, Arkansas, FedEx abrió esta ruta que no solo transportó paquetes, sino que también impulsó una era de integración económica sin precedentes. Durante esta época, el transporte aéreo comenzó a crecer exponencialmente, reemplazando tecnologías como el fax y facilitando el envío de productos farmacéuticos, maquinaria y alimentos perecederos.
Desde sus humildes inicios en 1973, cuando entregaba solo 186 paquetes y servía a 25 ciudades en EE.UU., FedEx ha crecido hasta gestionar más de 17 millones de envíos diarios, conectando hoy más de 220 países y territorios con un equipo global que supera los 500,000 empleados.
Wouter Roels, presidente regional de FedEx Europa, destaca que en 1985 los envíos transatlánticos rápidos y fiables eran tan innovadores como las primeras conexiones a internet, y subraya el papel crucial de FedEx en la evolución de las cadenas de suministro modernas.
Actualmente, la red integrada de FedEx en Europa incluye dos hubs aéreos y 27 centros terrestres que conectan 45 países diariamente, gestionando alrededor de 2 millones de paquetes al día en más de 550 estaciones de recogida y entrega.
FedEx ofrece entregas transatlánticas al día siguiente, conectando el 90% de Europa con los principales centros comerciales de EE.UU., facilitando a los clientes la elección de plazos para envíos globales y agilizando operaciones comerciales. El comercio electrónico europeo se beneficia especialmente de servicios internacionales con fecha definida y transporte regional dedicado en 22 países para envíos menos urgentes.
Roels concluye: «La relación comercial transatlántica sigue siendo un pilar fundamental de la economía global. Aunque las dinámicas han cambiado, nuestra misión permanece: proporcionar certidumbre en un mundo incierto. Nos enorgullece haber acompañado el comercio europeo durante cuatro décadas y esperamos fomentar más crecimiento e innovación en los próximos años.»
