La intención, sin duda, es positiva, pero quizá la forma de plasmarla ha sido mejorable, por decirlo de alguna manera. En resumen, muchas palabras y escasos hechos.
Sin embargo, el Gobierno parece haber cambiado el rumbo. Dentro de la batería de medidas aprobada durante la semana pasada, para paliar las consecuencias de la guerra de Ucrania, según el Ejecutivo, se encuentra la reducción del precio de todos los abonos transporte, sean de la titularidad que sean.
Así, si
Y esta sí que es una buena forma de incrementar usuarios, dado que el precio del combustible está tan disparado que, a muchos, ya les conviene dejar el coche en casa.
Más allá de que se quiera politizar esta decisión, que el Gobierno saque pecho y que algunas Autonomías (las de distinto signo político, obviamente) se hayan apresurado a criticarla, la realidad es que esta medida, aunque llegue forzada por la coyuntura actual, es una excelente oportunidad para tratar de retener a aquellos que se acerquen al transporte público colectivo. Ojalá se olviden las rencillas y se centren los esfuerzos en lo que de verdad es importante.

