Por lo que respecta a su impacto ambiental, el Pacto Verde Europeo establece el objetivo de neutralidad climática en 2050, mientras trabaja también hacia una ambición de cero contaminación. Sin embargo, las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía volvieron a aumentar en 2022 (+2,5%), a un ritmo más lento que en 2021 (+6%), pero más del doble que en el periodo de 2010-2019 (+1%/año). Las emisiones alcanzaron una cifra récord de más de 33,8 GtCO2, a pesar de la desaceleración económica mundial.
Las emisiones del Transporte representan una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE, siendo el único sector que ha crecido desde 1990. Es por ello que para lograr la neutralidad climática en 2050, el Pacto Verde Europeo pide una reducción del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte.

Son muchas las medidas que se han establecido para ayudar a lograr estos objetivos, y aunque seguimos lejos de alcanzar los objetivos marcados, los esfuerzos comienzan a dar resultados. Un ejemplo de ello son los datos obtenidos a raíz del establecimiento del Reglamento (UE) 2019/631 que determina un objetivo para toda la flota de la UE de 95 g CO2/km para turismos, 147 g CO2/km para furgonetas (Nuevo Ciclo Europeo de Conducción expresado como NEDC) para los años 2020-2024 y que han conseguido que las emisiones medias de CO2 medidas durante la homologación de todos los turismos nuevos matriculados en Europa cayeron un 12% para turismos y 2% para furgonetas entre 2019 y 2020, y un 12,5% más para turismos y un 3,5% en el caso de las furgonetas entre 2020 y 2021. Es decir, se han conseguido las mayores reducciones anuales de emisiones desde que comenzó el monitoreo en 2010.
Riesgo para la salud
Pero aunque las emisiones de CO2 comiencen a ser una prioridad y cada vez exista más regulación y normativa vinculante para garantizar el cumplimiento de los objetivos, no es el único problema ambiental a controlar. De hecho, la contaminación del aire es el mayor riesgo medioambiental para la salud en Europa, provocando enfermedades cardiovasculares y respiratorias que conducen a la pérdida de años de vida saludables y, en el peor de los casos, a muertes prevenibles, algo preocupante si consideramos que según la Organización Mundial de la Salud (en adelante OMS), nueve de cada 10 personas en el mundo respiran aire altamente contaminado.
En 2020, la contaminación del aire provocó un número significativo de muertes prematuras en la UE. De hecho, la exposición a concentraciones de partículas finas y de dióxido de nitrógeno por encima del nivel de referencia de la OMS de 2021 supuso 238.000 y 49.000 muertes prematuras, respectivamente.
Según el informe Europes air quality status 2023, durante el 2021 el 97% de la población urbana estuvo expuesta a concentraciones de partículas finas (PM2.5) por encima del nivel de referencia basado en la salud establecido por la OMS en 2021 de 5 µg/m3 y el 90% de la población urbana expuesta a concentraciones de NO2 por encima del valor de referencia de la OMS.

