Entre tanto, continuamos con la encuesta llevada a cabo por Ti Insight y la Foundation for Future Supply Chain sobre la diversidad de género en el ámbito del Sector de la logística y la cadena de suministro.
Una de las preguntas hacía referencia al sesgo de género en su sector, una cuestión que parece haber dividido las opiniones, con una proporción menor de encuestados que optan por una posición neutra que en preguntas anteriores.
Un número idéntico de participantes considera que la discriminación por razón de sexo es «escasa» o «muy escasa» que los que la consideran «alto» o «muy alto». Es interesante que una proporción tan elevada de la muestra, que trabajan en el mismo Sector, puedan tener opiniones diametralmente opuestas, lo que sugiere que existe una gran variabilidad entre las empresas.
El 59% de los encuestados del sector aéreo/exprés/marítimo opinan que el sesgo de género es alto o muy alto, en comparación con el 43% en el sector de 3PL/almacenamiento/carga por carretera y sólo el 27% en el sector de suministro de fabricantes y minoristas. La mitad de los encuestados en esta última categoría de transportistas calificaron el sesgo de género de «bajo» o «muy bajo».
Factores de disuasión
La encuesta es bastante concluyente sobre los factores más importantes que disuaden a las mujeres de convertirse en conductoras profesionales. La «falta de instalaciones básicas» es la razón clave, seguida de la «profesión dominada por los hombres» y el «tiempo fuera de casa».
La falta de seguridad fue el cuarto factor más mencionado, seguida de una serie de cuestiones menos relevantes, como el estatus, la remuneración y la parte física.

El Sector ha sido criticado durante mucho tiempo por la falta de instalaciones para los camioneros, tanto hombres como mujeres. Esto incluye la escasez de paradas de camiones que ofrezcan servicios sanitarios básicos y descanso a los conductores durante el día y la noche. En muchos casos, los conductores se ven obligados a pernoctar al borde de la carretera, lo que tiene implicaciones obvias en términos de higiene y seguridad.
En el pasado se daba por sentado que los conductores soportarían estas condiciones, pero la escasez de personal antes de la llegada de Covid ha dejado claro que se trata de un factor importante que desanima a ambos sexos.
La oferta de paradas de camiones es también, en cierta medida, una cuestión de política pública. Muchos de los residentes locales se oponen a muchos de los nuevos desarrollos, aunque esto puede dar lugar a la práctica antisocial de las paradas al borde de la carretera.
También está la cuestión de quién financiará el coste de las nuevas paradas de camiones. La industria del transporte se encuentra a menudo al final de las prioridades políticas y carece de inversión pública, mientras que los bajos márgenes del Sector hacen que las propias empresas no puedan o no quieran pagarlas.
La seguridad, el predominio masculino, la falta de condiciones y el tiempo lejos de casa, obstáculos más mencionados
La cuestión del predominio masculino es un círculo vicioso. Cuanto más masculina es la industria, menos mujeres se sienten atraídas por ella, lo que a su vez conduce a una mayor proporción de conductores masculinos y menos mujeres, y así sucesivamente.
La tercera cuestión más importante es la cantidad de tiempo que se pasa fuera de casa como parte del trabajo en algunos segmentos del Sector. Al igual que ocurre con otros factores, esto no afecta sólo a las mujeres, ya que los hombres son cada vez más reacios a aceptar trabajos de conducción que requieran pernoctar fuera de casa.
Las empresas pueden tomar medidas para solucionar este problema, como por ejemplo, organizar las rutas de forma que la recogida y la entrega puedan realizarse en un día laborable. Dicho esto, será muy difícil transformar las operaciones de conducción nacionales o internacionales sin un cambio estructural. Sin embargo, según la IRU, el 85% del sector se dedica al transporte de mercancías de corta distancia, por lo que el problema es posiblemente mayor en la percepción que en la realidad.

