El vehículo está propulsado por pilas de hidrógeno de baja temperatura, desarrolladas en la Universidad de Tartu, que producen energía a partir del hidrógeno en el interior de la lanzadera. Con capacidad para seis pasajeros, su objetivo principal es mejorar el transporte de última milla, pudiendo circular sin interferencia humana tanto en el tráfico público como en zonas semicontroladas. Eso sí, sus movimientos pueden ser supervisados y, llegado el caso, corregidos por control remoto.
Kaljulaid destacó que «nadie en el mundo se ha atrevido a dedicar tiempo y recursos a unir dos desarrollos paralelos en el transporte: la conducción autónoma y el control remoto con combustible de hidrógeno. Esto demuestra que ambas tecnologías están todavía en fase experimental. Es innegable que un empresario que combina estas dos cosas asume un riesgo que no es el doble, sino el doble al cuadrado. En realidad, no sabemos cuál será exactamente nuestro futuro ni cuándo llegará. Como siempre, el problema no está en la ciencia o la tecnología, sino en el ser humano. No podemos imaginar lo que ocurrirá cuando tengamos dos tipos de conductores en el tráfico. Es posible que nosotros, el Homo sapiens, debamos alejarnos del volante para dejar espacio a los vehículos de autoconducción», dijo Kaljulaid. «A lo largo de 30 años, los estonios han hecho muchas cosas que otros han dicho que harían, pero no se atreven a hacer. En este sentido, el coche de hidrógeno de Auve Tech encaja perfectamente en la visión del mundo de los estonios», dijo la presidenta.
Implicación
Väino Kaldoja, fundador de Auve Tech y autor del concepto Iseauto, afirma que en la pequeña Estonia es posible hacer grandes cosas en poco tiempo. «Esto es lo que experimentamos hace unos años, cuando nuestro Iseauto fue aprobado como legal en carretera, al igual que ahora, ya que somos los primeros en el mundo en haber combinado la conducción autónoma y la energía del hidrógeno en un vehículo», dijo. Más de 50 estudiantes participaron en el proyecto de la lanzadera de hidrógeno y todos ellos adquirieron conocimientos muy valiosos sobre la innovadora tecnología del hidrógeno.
La lanzadera de hidrógeno se llamará Liisu, en honor a la nieta de Väino Kaldoja, Lisandra. «Es nuestro guiño a todas las chicas y chicos estonios que siguen en la escuela, con curiosidad por adquirir más conocimientos», explicó Kaldoja.
Según el director general de Auve Tech, Johannes Mossov, un vehículo de hidrógeno sin conductor es una alternativa ecológica a los coches personales. «El hidrógeno utilizado en la pila de hidrógeno permite producir la electricidad necesaria para el funcionamiento del vehículo dentro del mismo, y los únicos subproductos son agua vaporizada y calor. Su carga rápida, comparada con la de los coches eléctricos, permite un mayor número de horas de funcionamiento del vehículo, aumentando su eficiencia e introduciendo una forma de integrar el transporte autónomo en nuestra vida cotidiana», concluyó Mossov.

