Esto se traduce en un incremento de 13 céntimos por litro sobre la media registrada el mes anterior.
Observando el gráfico adjunto, correspondiente a los últimos cuatro años, se aprecia que el último trimestre no ha sido nada positivo para los bolsillos de los conductores y profesionales, y que la tendencia no parece que vaya a abandonar esa línea ascendente.
La cota sigue siendo alta
Como referencia, indicar que el precio medio en 2019 fue de 1,216 euros/litro; el de 2020 fue 1,072 euros; el de 2021 quedó en 1,247 y, finalmente, el de 2022 ascendió a 1,797. Por tanto, y a pesar del repunte de los tres últimos meses, la caída en estos primeros meses de 2023 todavía se hace notar.
Si nos fijamos solo en la bajada interanual (con respecto a agosto del año pasado), ésta fue de 25,5 céntimos, pues entonces el precio medio era 1,847 euros/litro. Por el contrario, el dato de agosto de 2023 se sitúa 32,8 céntimos por encima del registrado en agosto de 2021 (1,264 euros/litro). En lo que llevamos de año (comparado con el dato de enero), el descenso se sitúa ya por debajo de los 10 céntimos, cuando a llegado a superar el medio euro.

