Justo lo contrario de lo que necesita este proyecto. No es que sea una sorpresa que todas aquellas localidades o áreas de población que se ven afectadas por el cambio eleven su voz en forma de protesta. Era previsible. Pero este grado de confrontación en los estadios tan tempranos del proceso no augura nada bueno.
Porque, a nivel local, es muy fácil (y tremendamente efectivo en términos de populismo) declarar que el Gobierno nos elimina de su mapa, nos aísla del progreso, nos abandona Porque de este cariz han sido las múltiples declaraciones recogidas en la prensa local durante la última semana.
Crítica sí, pero constructiva
¿Y dónde queda la parte constructiva? ¿Por qué no se aportan alternativas? ¿Se olvida que es un documento sobre el que existe posibilidad de modificación y evolución? ¿Se han estudiado las alternativas que se proponen a nivel autonómico para compensar o paliar estas decisiones del Mitma?
Por supuesto que el Gobierno tiene trabajo y que todas las propuestas son susceptibles de ser mejoradas, pero un rechazo frontal y tan poco colaborativo no puede desembocar en nada positivo. La coordinación entre Administraciones es ahora, si cabe, más necesaria que nunca. Se requieren las más altas miras políticas y la máxima capacidad de diálogo por todas las partes implicadas. Porque, como apuntábamos la semana pasada, es una oportunidad que no se puede dejar escapar. Pasarán muchos años hasta que se vuelva a revisar este asunto, así que es ahora, o
Que le sea útil. Es nuestro mayor interés

