Así se manifiesta la Oficina Europea del Medio Ambiente (EEB), añadiendo que ahora más que nunca, la UE debe mostrarse firme a la hora de garantizar regímenes eficaces de rendición de cuentas, responsabilidad y aplicación de la legislación en los Estados miembros. Los derechos medioambientales de los europeos no pueden convertirse en moneda de cambio para suavizar el golpe económico a la industria.
La EEB reconoce que tanto la propuesta REPowerEU de la Comisión como el Reglamento temporal de emergencia que la acompaña, están revisando los requisitos de evaluación de impacto ambiental para los procedimientos de autorización de proyectos energéticos, evidenciando que, por ende, es importante que la expansión de las energías renovables vaya de la mano del respeto de los objetivos medioambientales y de la consecución de una transición justa, en la que las personas afectadas tengan voz y voto.
Respuestas más coherentes
El planteamiento del Consejo en relación con la Directiva sobre delitos contra el medio ambiente es heterogéneo y muestra una serie de prioridades muy distintas de las que han ido cristalizando en los debates del Parlamento. Los delitos contra el medio ambiente aumentan continuamente en todo el mundo y la respuesta de las fuerzas de seguridad de la Unión sigue siendo fragmentaria y descoordinada. Por ello, y ahora que da comienzo el semestre de Presidencia sueca, se apunta como crucial que se aborden las negociaciones del diálogo tripartito con una mentalidad abierta para temas como el ecocidio, el aumento del mandato de la Fiscalía Europea y las sanciones realmente efectivas y disuasorias para las empresas.
Al mismo tiempo, el Consejo debe garantizar que las empresas sean consideradas responsables de su impacto en las violaciones de los derechos humanos y la degradación medioambiental.
Por último, y en vista de que algunos retos que se le plantean a la UE tienen lugar tanto dentro como fuera de la Unión, es importante que la Presidencia sueca envíe un mensaje firme y sostenido, a nivel europeo e internacional, frente a cualquier amenaza de erosión de los derechos y las libertades, sean del ámbito que sean, concluyen desde la Oficina Europea.

