En su sumario se recoge que la Unión Europea se ha fijado el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) para mediados de siglo, tal y como establece la Ley Europea del Clima. Los vehículos pesados desempeñarán un papel vital durante esta transición, dada su importante contribución a las emisiones de GEI del transporte por carretera y el continuo aumento de la actividad de transporte de mercancías.
La Comisión revisará las normas de CO2 para los vehículos pesados nuevos a principios de 2023. En cuanto a las de CO2, exigen una reducción del 15% de las emisiones para 2025 y del 30% para 2030, en relación con el período de referencia 2019/2020, y no proponen objetivos de reducción de CO2 más allá de 2030.
Estos objetivos no están a la altura de los objetivos climáticos a corto y largo plazo de la UE y deben revisarse con objetivos de CO2 más ambiciosos, por lo que el estudio evalúa la rentabilidad de diferentes estrategias de reducción de CO2 para el sector de los vehículos pesados, poniendo el foco en la cuota de mercado de la tecnología de vehículos pesados necesaria para cumplir los objetivos de reducción de las emisiones de CO y el correspondiente coste de descarbonización.
El estudio se centra en cuatro principales tecnologías de camiones: camiones diésel, de gas natural licuado, eléctricos de batería y de pila de combustible de hidrógeno. Para todos ellos se cuantifican los costes de cumplimiento de los fabricantes y se analiza el impacto de las distintas estrategias de descarbonización en el consumidor y la sociedad mediante un análisis coste-beneficio.
Dos posibles escenarios
Como resultado, se proponen dos escenarios principales para la reducción de CO2 de los HDV entre 2030 y 2040. El primer escenario corresponde a los objetivos de reducción de CO2 adoptados actualmente. No se han fijado objetivos oficiales más allá de 2030, por lo que suponemos que el objetivo de reducción del 30% se mantendrá hasta 2040, se toma como referencia.
El segundo escenario tiene en cuenta los anuncios realizados por los principales fabricantes de HDV de la UE sobre sus ventas de camiones de emisiones cero entre 2030 y 2040. Nuestro modelo indica que los objetivos de reducción de CO2 del 60% para 2030, del 90% para 2035 y del 100% para 2040.
Las cuotas de mercado tecnológicas necesarias para alcanzar los objetivos de reducción de CO2 difieren entre los escenarios mencionados. Estos objetivos podrían alcanzarse mejorando las tecnologías actuales de camiones con motor de combustión interna (ICE) o aumentando la cuota de camiones de emisiones cero, es decir, las eléctricas de batería y las de pila de combustible de hidrógeno.
En el estudio se desarrolla un algoritmo de optimización para determinar la cuota de mercado adecuada para cada tecnología y la mejora necesaria de la tecnología ICE en los grupos de HDV certificados actualmente para minimizar los costes de cumplimiento de los fabricantes.
Con todo esto, se alcanzan algunas conclusiones principales, como que «los camiones eléctricos de batería son la tecnología más rentable para alcanzar los objetivos de reducción de las emisiones de CO2 de los vehículos pesados, pues reducen significativamente las emisiones de CO2 con unos costes de fabricación directos adicionales relativamente bajos. En la cuota de mercado de la tecnología de coste óptimo para alcanzar el objetivo de reducción del 60% de las emisiones de CO2 en 2030, implica la transición a tecnologías de baterías eléctricas para la mayoría de los segmentos de camiones, incluidos los de larga distancia hasta 500 km diarios, mientras que a partir de esta distancia, la electrificación de los camiones será costosa, por lo que seguirán dependiendo de tecnologías diésel mejoradas».
En 2040, el objetivo de reducción del 100% de las emisiones de CO2 sólo permitirá la matriculación de camiones con cero emisiones, es decir, con baterías eléctricas y pilas de combustible de hidrógeno.

