Thomas Cullen, analista jefe de Ti Insights, considera que todavía las implicaciones para los puertos y aeropuertos no parecen ser demasiado graves, aunque no está claro por qué, ya que muchas ciudades y regiones importantes se encuentran en algún tipo de medidas de emergencia, poniendo como ejemplo que Shenzhen ha emitido una orden de «trabajar desde casa» y que el puerto vecino de Guangzhou «ha visto un impacto limitado en la logística y el comercio hasta ahora gracias a que el gobierno local ha puesto en marcha medidas dinámicas de control de la epidemia para reducir el posible impacto del brote y frenar rápidamente el virus».
Los puertos de la costa tampoco parecen estar afectados, e incluso la ciudad de Dalian relajó las medidas a finales de la semana pasada.
La parte negativa
Sin embargo, la ciudad de Shanghai, donde se encuentra el mayor puerto de contenedores de China, acaba de iniciar una nueva ronda de restricciones, con pruebas masivas, cierre de negocios y restricciones de movimiento. En el pasado, estas medidas han provocado graves trastornos tanto en los puertos como en los aeropuertos, y el tráfico de camiones, en particular, no ha podido circular por la ciudad.
Medidas similares están siendo implementadas en Chengdu y Wuhan, con interrupción de las actividades de producción y logística, y a semana pasada se produjeron disturbios en Zhengzhou en respuesta a la imposición de nuevas medidas.
Incidencia política
A juicio de Cullen, la situación es aún más febril debido a las implicaciones políticas. El gobierno central chino ha intentado articular un cambio de política sobre las medidas Covid, haciendo hincapié en el abandono de las políticas de cuarentena general, aunque la sensación es que estas nuevas políticas se estén aplicando sobre el terreno, dado que la sociedad no ha recibido de la mejor manera estas medidas
¿Y qué puede significar todo esto? A corto plazo, ni el transporte aéreo ni el marítimo de mercancías no han alcanzado el nivel de gravedad visto en 2021, cuando varios puertos importantes de regiones como el delta del río Perla y Shangai redujeron sus operaciones al mínimo. Lo que la situación actual implica es que el flete marítimo y aéreo se recuperará a un ritmo más lento de lo que se había supuesto. En particular, parece que mercados como el de la carga de aérea seguirán sin volumen.

