Para mantener un valor de marca superior, los fabricantes europeos tendrán que analizar y comprender las necesidades y preferencias de los clientes para crear productos deseables. La segmentación tradicional de los consumidores tendría que adaptarse a la era de los vehículos eléctricos definidos por software, con perfiles de consumidor más detallados y perfiles de usuario más granulares. Poseer y analizar los datos de los consumidores permitirá a los fabricantes de equipos originales ofrecer soluciones de movilidad a medida e implicar sin fisuras a los consumidores a lo largo de todo el ciclo de vida.
También pueden crear sus organizaciones de desarrollo de productos para reflejar los viajes y experiencias de los clientes, lo que acercaría las funciones operativas al cliente. A medida que cambien los deseos de los consumidores y avance la tecnología, los fabricantes de equipos originales tendrán que actualizar continuamente su software a distancia para ofrecer a los clientes la funcionalidad más actualizada y satisfacer sus necesidades.
El coste
El precio de adquisición de un vehículo es el factor de compra más importante para los consumidores de todos los mercados. En particular, en el sector de los vehículos eléctricos, los fabricantes chinos pueden convertir su ventaja de costes en una ventaja competitiva, ya que sus costes son entre un 20% y un 30% más bajos que los de los fabricantes europeos.
Para alcanzarlos, los fabricantes europeos podrían reducir costes estratégicamente. Según nuestro análisis, los OEM europeos podrían reducir hasta 20 puntos porcentuales la diferencia de costes adoptando un diseño de producto estructural, integrando verticalmente la producción de baterías, ampliando la producción de VE y mejorando la productividad. Por ejemplo, la internalización de la producción de baterías podría reducir los costes de los OEM europeos en tres puntos porcentuales, y las alternativas rentables a la química de las celdas de las baterías podrían ahorrar entre cinco y seis puntos porcentuales en algunos vehículos y segmentos.
En cuanto a la diferencia de costes restante de entre cinco y 10 puntos porcentuales, los OEM europeos podrían identificar características diferenciadoras por las que los consumidores estarían dispuestos a pagar una prima, como la diferenciación de marca, el liderazgo medioambiental, social y de gobernanza (ESG) y un rendimiento de seguridad superior.
La velocidad de reacción
La velocidad es otro factor a tener en cuenta. Los análisis de McKinsey muestran que los OEM europeos tienen un ciclo de desarrollo largo en comparación con sus competidores de otras regiones, con fases de concepto a piloto que duran hasta cuatro años. En cambio, los fabricantes de automóviles más rápidos de China sólo necesitan 21 meses para pasar de la fase conceptual a la piloto, lo que les permite responder a las tendencias del mercado con mucha más rapidez.
Para ser claros, no es necesariamente apropiado hacer comparaciones directas entre los sectores automovilístico chino y europeo o los ciclos de desarrollo. Sin embargo, los OEM europeos deberían asumir el reto y rediseñar sus propios procesos para acelerar la innovación, el desarrollo y la industrialización. Por ejemplo, el proceso de diseño de productos podría acelerarse mediante métodos de estilización. El desarrollo posterior del producto podría optimizarse desacoplando el desarrollo de hardware y software y aplicando principios ágiles al desarrollo de software. En todos los procesos, la ubicación conjunta de equipos multidisciplinares y la creación de grupos de trabajo para productos con retrasos o componentes con cuellos de botella en el suministro pueden acelerar aún más el desarrollo.

