Madrid aparece como la primera de las españolas, en el puesto 20 en cuanto al índice de preparación para la movilidad urbana; en el 14 en movilidad sostenible y en el 26 en relación con el tráfico público.
La capital de España ofrece un transporte asequible a través de una sólida red multimodal que incluye metro, trenes de cercanías y autobuses, así como aparcamientos disuasorios, explica el análisis de Wyman. Las bicicletas pueden ser subidas en el transporte público con algunas restricciones, y la ciudad cuenta con BiciMAD, un servicio de bicicletas eléctricas compartidas.
Madrid es también el centro de la red ferroviaria de alta velocidad de España, lo que facilita el acceso desde el resto del país. La red ha reducido de forma significativa los desplazamientos interurbanos por carretera y avión.
Por otro lado, se indica que la ciudad está impulsando iniciativas que incluyen un límite máximo de velocidad de 30 km/h en muchas calles y zonas de bajas emisiones en distintas partes de la ciudad, que impiden la circulación de los vehículos más contaminantes. Los conductores deben llevar una pegatina ambiental que refleje el grado de emisiones de su vehículo. Está previsto que las zonas se amplíen en los próximos años.
Pocos puntos de recarga
Madrid también está instalando puntos de recarga para vehículos eléctricos, pero el ritmo de despliegue ha sido modesto, y la capital española se sitúa entre las peores ciudades europeas en el Índice de Preparación para la Movilidad en cuanto a puntos de recarga per cápita.
El Plan de Movilidad Sostenible Madrid 360 incluye la ampliación de las redes de metro y carriles bus, incluida la implantación de 60 km de corredores verdes para que los autobuses alcancen velocidades similares a las del metro.
Se introducirán carriles para vehículos de alta ocupación en todas las entradas principales a la ciudad. Y el sistema de bicicletas eléctricas compartidas de la ciudad, BiciMAD, también será ampliado, al igual que su red de carriles bici y la disponibilidad de aparcamientos para bicicletas y vehículos de movilidad personal.
El aeropuerto de Madrid-Barajas no es uno de los mayores ejes a nivel europeo, y tiene un número de pasajeros comparativamente bajo. Madrid carece de una presencia significativa de universidades top y laboratorios trabajen en movilidad, y alberga pocas empresas de movilidad, concluye el apartado del estudio dedicado a Madrid, que sería cuestionable en determinados puntos.

