La descarbonización de los turismos se explora a través de intervenciones escalables en 158 ciudades, con una gran diversidad en cuanto al enfoque elegido. Pueden distinguirse dos enfoques principales, uno que garantiza la disponibilidad de infraestructuras de recarga para tecnologías alternativas y otro basado en la aplicación de medidas reguladoras que limitan el acceso a los vehículos convencionales.
Siguiendo el primer enfoque, 100 ciudades se están centrando en la provisión de estaciones de recarga públicas para vehículos eléctricos.
Además de las que invierten en infraestructuras de recarga, un número considerable de ciudades (41) está implantando zonas de emisiones bajas o nulas. Las ciudades con aplicaciones piloto exitosas están considerando la ampliación de la zona con restricciones de acceso para acelerar el cambio a tecnologías alternativas y/o el cambio al transporte público y la movilidad activa. En algunos casos, sigue siendo necesaria una legislación nacional que permita la implantación de zonas de emisiones cero. Aparte de la infraestructura y los controles de acceso, los incentivos también aparecen como intervenciones escalables.
Logística de última milla
También es importante echar un vistazo al transporte de mercancías y la distribución, porque ambas actividades comparten espacio. Así, 27 ciudades informan de intervenciones escalables que abordan la logística de última milla, soluciones para descarbonizar el transporte de mercancías y la distribución dentro de los límites de la ciudad. Las medidas exploradas incluyen la prueba del uso de bicicletas de carga o de carga electrónica, el desarrollo de nodos logísticos/centros de consolidación, o la evitación del tráfico de mercancías en la zona urbana.
El uso de bicicletas de carga se encuentra aún en fase experimental/piloto, ya que las ciudades tratan de encontrar soluciones que satisfagan las necesidades del sector, al tiempo que estudian posibles aspectos normativos.
La creación de hubs logísticos/centros de consolidación que permitan el transbordo a la distribución de última milla libre de carbono es también una opción popular, explorada por 14 ciudades. Además, varias ciudades exploran restricciones de acceso, constituyendo zonas de cero emisiones para la distribución.

