Este fue el reto que se plantearon los equipos de I+D de Michelin para cumplir con la licitación de la NASA, que pretende enviar un hombre y una mujer a la Luna en 2025, encargados de analizar las posibilidades de establecer una base permanente, como parte de un proyecto, Artemis, cuyo siguiente paso será un vuelo tripulado a Marte. Aunque para eso tendremos que esperar bastante más.
La búsqueda de soluciones innovadoras para grandes retos permite luego su aplicación en la movilidad ‘terrestre’
Michelin aceptó el reto como una oportunidad para seguir innovando y adquirir nuevos conocimientos en materia de soluciones de movilidad. Así, el LTV (Lunar Terrain Vehicle) contará con neumáticos Michelin, que ha recurrido a la impresión en 3D y al biomimetismo, una ciencia que busca desarrollar soluciones tecnológicas innovadoras inspiradas en los diseños de la naturaleza. El prototipo combina una construcción ligera que permite una elevada capacidad de carga con un diseño flexible que hará que el vehículo pueda adaptarse al terreno suelto y a las zonas de cráteres de la superficie lunar.
Michelin, a la conquista del espacio
No es la primera vez que Michelin pone su capacidad de desarrollo técnico al servicio de la conquista del espacio. En los años 90 suministró los neumáticos del transbordador espacial, y en la década de los 2000, colaboró con la NASA para desarrollar el Michelin Lunar Wheel, un neumático basado en la tecnología Tweel destinado a equipar a los vehículos de exploración lunar de la agencia espacial estadounidense, el precursor del actual proyecto.

