Una planificación creíble y sólida por parte de los Estados miembros es la forma en que la Unión cumplirá (sobre el terreno) los objetivos y metas energéticos y climáticos para 2030, con una perspectiva hasta 2040.
Los inversores y la industria también necesitan saber cómo traducirán los Estados miembros todo esto en medidas nacionales concretas.
Ahora estamos evaluando los proyectos de planes y preparando recomendaciones, antes de que se presenten los planes definitivos el próximo mes de junio. Hasta ahora se han presentado 21 proyectos de planes. Por supuesto, estamos examinando detenidamente los de los Estados miembros que aún no han cumplido y estudiando los pasos a seguir.
Debemos evitar poner en peligro nuestras metas y objetivos colectivos. Y cuento con todos ustedes, Señorías, para que nos apoyen con sus gobiernos nacionales.
Cadenas competitivas
Todo este trabajo para acelerar la transición hacia energías limpias debe ir acompañado de una política industrial fuerte y cadenas de suministro competitivas. Este es otro punto importante.
Porque Europa debe tener un ecosistema de fabricación de tecnologías limpias que esté a la altura del rápido aumento de las energías renovables que necesitamos para nuestros objetivos de energía neta cero.
Y ahora mismo dependemos demasiado de una serie de tecnologías importadas. Diversas iniciativas están abordando esta cuestión. La más reciente es el Plan de Acción para la Energía Eólica, publicado el mes pasado. El Plan defiende un sector estratégico que es clave para alcanzar nuestros objetivos de renovables y es fuente de innovación tecnológica, empleos de alta calidad y oportunidades de crecimiento.
Más allá de la eólica y el hidrógeno, otras dos tecnologías deben pasar a primer plano por su potencial para la transición limpia. Se trata de la captura de carbono y de los pequeños reactores modulares. En cuanto a la captura de carbono, ayer mismo asistí al segundo Foro CCUS en Dinamarca, donde hubo un amplio acuerdo sobre los recientes avances en la captura, utilización y almacenamiento de carbono.
Ahora contamos con sólidos cimientos para la Estrategia de Gestión del Carbono Industrial, que presentaré a finales de enero del año que viene junto con el Plan de Objetivos Climáticos para 2040.
Y en cuanto a los SMR, estoy trabajando para lanzar una alianza industrial a principios del año que viene, para apoyar la creación de una cadena de valor europea competitiva que respalde su despliegue en la próxima década.
La necesidad de infraestructuras
Todo lo que acabo de decir depende de que dispongamos de la infraestructura energética adecuada. Y lo que necesitamos ahora, más que nunca, es una infraestructura que nos ayude a lograr nuestros objetivos REPowerEU y a alcanzar nuestros objetivos netos cero.
Es algo que he querido poner en el mapa político, y hoy se ha visto la culminación de meses de trabajo. Esta misma mañana, la Comisión ha adoptado la primera lista de proyectos de interés común y proyectos de interés mutuo con arreglo al Reglamento RTE-E revisado.
La lista incluye 166 proyectos de electricidad y offshore, redes eléctricas inteligentes, hidrógeno y electrolizadores, redes de gas inteligentes, así como proyectos de CO2.
Cuento con su apoyo para que el Acto Delegado entre en vigor a finales de enero, de modo que podamos empezar a aplicar nuestras nuevas prioridades a toda velocidad.
Demuestra hasta qué punto estamos decididos a electrificar nuestras infraestructuras, hacer que nuestras redes sean más inteligentes, desarrollar nuestros sistemas de redes en alta mar y aprovechar el potencial del hidrógeno para descarbonizar muchos sectores de nuestra economía. Es un hito en la transición hacia las energías limpias y el fruto de nuestros esfuerzos colectivos. Agradezco a este Parlamento el modo en que ha dirigido el proceso de revisión de las RTE-E.
Además del PCI/PMI, también he presentado esta mañana nuestro Plan de Acción de Redes de la UE. Esta acción fue una continuación de la Conferencia sobre Redes celebrada en septiembre y es nuestro primer paso para hacer de nuestra red eléctrica un facilitador, y no un cuello de botella, de la rápida transición limpia de la UE.
( ) Desde el inicio de este mandato, nunca hemos perdido de vista nuestros objetivos del Pacto Verde. Ahora que la atención se centra en la competitividad y las infraestructuras, tenemos una historia más completa que contar, y podemos acudir a la COP 28 con la cabeza bien alta.
Sin embargo, debemos ser conscientes de que nuestro trabajo no ha terminado. Este es el tramo más crítico de este mandato. Ha sido un largo camino lleno de retos. Pero este último paso también debe dar resultados. Cuento con su apoyo para que podamos entregar estos últimos expedientes pendientes.

