Arijit Sen, Josh Miller, Gabriel Hillman Álvarez y Patricia Ferrini Rodrigues han elaborado un informe para ICCT en el que reconocen que acelerar la transición global hacia vehículos de emisiones cero aporta el 42% de las reducciones de emisiones en el escenario All Out, pero requeriría asegurarse de que alrededor del 70% de los coches nuevos y el 50% de los camiones nuevos vendidos en 2030 sean eléctricos, y en los principales mercados esos porcentajes aumenten hasta el 100% para los coches nuevos en 2035 y el 100% para los camiones nuevos en 2040.
Con todo, se seguirán vendiendo 700 millones de vehículos ligeros y pesados nuevos de gasolina y diésel hasta 2045
Otro elemento de colaboración sería cambiar el mercado internacional de vehículos usados a vehículos de emisiones cero, de modo que los países que dependen en gran medida de las importaciones de usados también formen parte de la estrategia para reducir las emisiones.
En cualquier caso, incluso si aceleramos la transición a los vehículos de emisiones cero, se seguirán vendiendo 700 millones de vehículos ligeros y pesados nuevos de gasolina y diésel hasta 2045.
La adopción de las tecnologías existentes más eficientes en todos los vehículos de combustión (incluyendo los híbridos) y el aligeramiento de los vehículos podrían contribuir en un 15% a la reducción de emisiones en el escenario All Out, con la ayuda de estrategias que ya han demostrado su eficacia, como las nuevas normas de ahorro de combustible y de gases de efecto invernadero, o el refuerzo de las ya existentes, y la indexación de políticas fiscales como las tasas de compra de vehículos en función de sus emisiones de CO2.
Edades medias
El vehículo ligero medio permanece en circulación 18 años y el pesado 16, por lo que complementar la transición a los vehículos de emisiones cero con políticas para sustituir más rápidamente los vehículos más antiguos aporta el 14% de las reducciones de emisiones del escenario All Out, entre las que podemos encontrar los programas de renovación de flotas, las zonas de bajas emisiones y los programas de inspección de vehículos.
A esto se suma que la reducción de la dependencia del automóvil en las zonas urbanas y la mejora de la logística del transporte de mercancías contribuyen en un 18% a la reducción de emisiones del escenario All Out.
Muchas ciudades han logrado reducir la dependencia del automóvil con estrategias como la inversión en transporte público, la construcción de infraestructuras para ciclistas y peatones y la priorización del espacio para las personas sobre los coches. Medidas similares podrían emularse o reproducirse directamente en otras ciudades. Del mismo modo, las acciones para mejorar la logística del transporte de mercancías incluyen la mejora de las rutas de los vehículos y el aumento de su utilización, indican los autores.

