Tanto las idas como los retornos han sufrido una modificación importante por primera vez desde el primer trimestre de 2021, como resultado de la caída de las tarifas en París debido a la baja demanda de bienes de consumo, mientras que la fuerte demanda en la dirección opuesta hizo subir las tarifas a Madrid.
En la nueva ruta de entrada a Madrid, las tarifas contractuales aumentaron un +3,3% intertrimestral a 1.652 euros (1,30 euros/km), dejando la subida interanual en el +21,0%. Mientras tanto, en el mercado al contado, las tarifas aumentaron un +4,1% intertrimestral y casi el doble (+8,1%) en su dato interanual. El crecimiento más rápido en el mercado al contado sugiere que el aumento de la demanda a corto plazo es el factor que empuja al alza las tarifas de Francia a España.
En la ruta de retorno a París, las tarifas contractuales cayeron un -0,6% intertrimestral, hasta 1.526 euros (1,20 euros/km), pero suben un 5,3% interanual. Las tarifas al contado, por su parte, se sitúan en 1.509 euros (1,19 euros/km), con un descenso interanual del -18,1% tras un descenso del -8,8% en el cuarto trimestre.
Principales causas
España sufrió un breve pero intenso periodo de alta inflación, mientras que la inflación de Francia se retrasó, fue más moderada y prolongada. En consecuencia, los precios españoles se han encarecido menos, lo que ha permitido a los consumidores recuperarse rápidamente y a las empresas seguir siendo más competitivas, mientras que los efectos retardados de la inflación siguen afectando a la economía francesa.
En los viajes de ida, el mercado de transporte de mercancías por carretera a París se vio arrastrado por la caída de la presión de la demanda. Los datos disponibles de Eurostat para el cuarto trimestre sitúan el consumo de bienes domésticos en un -0,5% intertrimestral, mientras que el consumo de alimentos ha bajado un -2,0% interanual. Persiste la incertidumbre en torno al volumen de alimentos.
Las subidas generales de precios podrían reducir aún más la demanda en este primer semestre. La industria francesa también está demandando menos bienes intermedios y de capital españoles, con la producción industrial total de Francia cayendo un -0,2% intertrimestral y ahora un -4,0% por debajo de su nivel de 2019.
En el retorno hacia Madrid, tanto los consumidores como la industria están contribuyendo al crecimiento del volumen y aumentando la presión de la demanda en el mercado. Si bien España sufrió inicialmente una inflación extremadamente alta, la intervención del Gobierno para limitar los precios de la energía, reducir el coste del transporte público y limitar las subidas de los alquileres protegió los ingresos de los consumidores. El efecto puede apreciarse en los volúmenes minoristas desestacionalizados del cuarto trimestre, que crecieron un 0,8% intertrimestral y un 6,5% interanual.
Si se compara con la cifra de la zona euro del -0,4% interanual, queda claro que la demanda de los consumidores fue uno de los principales motores de la subida de los precios al contado en el cuarto trimestre.
Las perspectivas para este tipo de tráficos son de suavización de los cambios de tipos en ambas direcciones a medida que se ralentiza el crecimiento de la demanda en España y se moderan las caídas de la demanda en Francia en 2024.

