Para reducir los cuellos de botella y las dependencias, la industria necesitará cadenas de suministro resistentes, circulares y sostenibles centradas en baterías, semiconductores y materiales ecológicos. En 2021, la crisis de los chips provocó una pérdida de diez millones de vehículos en la producción mundial, lo que pone de manifiesto la necesidad de aumentar la resiliencia de la cadena de suministro.
Para crear un suministro resistente, la localización es vital. Lbrecha entre la oferta y la demanda de baterías en Europa alcanzará casi el 40%, o 500 gigavatios-hora (GWh), en 2030. Para cubrir localmente la demanda europea de baterías, harían falta otras 20 gigafábricas, lo que supondría una inversión de 35.000 millones de euros. El continente también necesitaría 37 nuevas fábricas de semiconductores para cubrir la demanda local, lo que requeriría una inversión de 190.000 millones de euros.
Como primer paso, la Ley Europea de Chips aportará 43.000 millones de euros en subvenciones. Los siguientes pasos podrían consistir en ampliar el ecosistema a lo largo de la cadena de valor, salvaguardando al mismo tiempo los suministros cruciales, con tácticas como el aumento de las existencias de seguridad y la aplicación de estrategias de doble abastecimiento.
Cadenas circulares
Al menos a medio plazo, la mejora de la circularidad de las cadenas de suministro reducirá aún más la dependencia europea de materias primas y componentes de otras regiones, al tiempo que aumentará la sostenibilidad. También podría aumentar la cuota de valor añadido local en componentes fundamentales de los vehículos eléctricos y crear más puestos de trabajo y crecimiento económico. A esto se suma que la reutilización de materiales procedentes de baterías desechadas también puede ahorrar hasta un 10% de los costes y evitar un 20% del CO2 necesario en la producción.
Para implantar una cadena de valor circular, las partes interesadas de la industria tendrían que comprometerse con el uso de contenido reciclado y la eficiencia de los materiales y establecer operaciones inversas al final de la vida útil.
La transparencia de extremo a extremo en los criterios ESG, como la trazabilidad digital, es una forma importante de hacer que las cadenas de suministro críticas sean más sostenibles. A medida que comienzan a desarrollarse las normas de sostenibilidad en industrias clave (consideremos el lanzamiento del pasaporte de baterías, que contiene datos ASG para las baterías), la industria automovilística europea debería mantenerse a la vanguardia del rendimiento ASG para obtener y mantener una ventaja competitiva en el futuro.

