Esta clasificación de las 50 ciudades del mundo se basa en una evaluación de muchos aspectos diferentes de las ciudades inteligentes, que abarcan el transporte y las infraestructuras, la energía y la iluminación, la gestión y la tecnología de las ciudades y la conectividad urbana.
El análisis sitúa a Berlín en lo más alto debido a su enfoque en la mejora de su infraestructura de transporte, como con la aplicación MaaS (Mobility-as-a-Service) Jelbi, que ha unificado el transporte público y privado en una sola aplicación. Berlín también ha tomado medidas proactivas en materia de micromovilidad compartida y generación de energía renovable, demostrando un enfoque conjunto del desarrollo de ciudades inteligentes.
Nick Maynard, coautor de la investigación, afirma que «Europa, cuna del MaaS, ha sido testigo de un importante desarrollo y despliegue del concepto en los últimos años. Como tal, el tránsito en las principales ciudades inteligentes europeas es una parte central de las futuras estrategias para el desarrollo de ciudades inteligentes, y aquellas que aspiren a seguir este enfoque deben adoptar un método coordinado para el tránsito; abrazando los beneficios de MaaS en la reducción de la congestión.»
Ahorro de emisiones en Europa
El estudio de Juniper también identifica una previsión de que las emisiones de CO2 ahorradas por los avances de ciudades inteligentes en Europa alcancen los 247 MMT en 2028, frente a los 161 MMT en 2023. Un crecimiento del 53% que evidencia el potencial de mejora que se puede conseguir en términos medioambientales mediante este tipo de políticas.
Dado que la presión de los costes prevalece en el sector energético europeo, los gobiernos deben centrarse en estrategias que permitan tanto la reducción de costes como el despliegue de energías renovables, como un mayor uso de la IA en los sistemas de redes inteligentes.

