Los Países Bajos, Dinamarca y Suecia muestran altos niveles de movilidad activa debido principalmente a los elevados porcentajes de uso de la bicicleta. Por otro lado, en Italia y Grecia el uso extensivo de motocicletas y ciclomotores parece actuar como un competidor de la bicicleta. El tamaño y la estructura de las ciudades, los niveles de propiedad de automóviles y la disponibilidad de transporte público afectan a la variación entre países.
El análisis de las respuestas a la encuesta EU Travel Survey (ola 2018) permite desglosar las opciones de movilidad en función de una amplia gama de variables. Por ejemplo, el uso de modos de transporte activo varía significativamente en función del sexo y la edad del encuestado. Mientras que, por término medio, las mujeres encuestadas son más propensas a ir a pie o en bicicleta que los hombres (18,6% frente a 17,3%), se observa lo contrario en los grupos de edad por debajo de los 35 años, especialmente por debajo de los 25 años. Las tendencias para ninguno de los sexos son lineales.
Los porcentajes de transporte activo tienden a disminuir tanto para los hombres como para las mujeres después de los 35 años y se recuperan -a ritmos diferentes- después de los 46 años. A partir de los 65 años se observa otro cambio de tendencia: los encuestados varones reducen al mínimo su cuota de movilidad activa, mientras que las encuestadas mujeres la mantienen o incluso la aumentan.
Estas diferencias en los perfiles de actividad están bien documentadas en la literatura y (en gran medida) se deben a las diferencias en la actividad económica y social entre ambos sexos. Por ejemplo, los hombres tienden a ir al trabajo en coche en mayor proporción que las mujeres y, por término medio, trabajan a mayor distancia de su domicilio. Además, aunque el nivel general de actividad física entre los hombres es superior al de las mujeres en edades más tempranas, parece ser inferior cuando envejecen (ya sea por motivos sociales o de salud).
Preferencias por distancia
En el gráfico adjunto se resumen las preferencias de modo de transporte según la distancia del viaje. Existe una correlación evidente: los viajes más cortos tienen una mayor proporción de modos de movilidad activa y el coche se convierte en el modo dominante a medida que aumenta la distancia del viaje. La distribución de las distancias de los viajes también es interesante. La mayoría de los viajes tiene una longitud inferior a 20 km y una parte significativa se encuentra dentro de un intervalo en el que la movilidad activa puede considerarse una opción (10 km para ir en bicicleta o 5 km para ir a pie).

