La patronal de las pequeñas y medianas empresas del autobús discrecional critica duramente la LMS y las enmiendas del PP
La Asociación de Empresas de Autocares de Transporte Regular General, Regular de Uso Especial y Discrecional Turístico, Direbús, ha manifestado su rotunda desaprobación ante la aprobación en el Senado de la Ley de Movilidad Sostenible (LMS), que ahora se encamina al Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva. La organización denuncia que el texto aprobado mantiene un modelo de concesiones excluyente, que beneficia únicamente a los grandes operadores y margina a las pequeñas y medianas empresas del sector.
Acusan al PP de empeorar el texto legal
Uno de los puntos más criticados por Direbús es el paquete de enmiendas impulsado por el Grupo Parlamentario Popular, que, según denuncian, buscan blindar legalmente el actual mapa concesional del transporte interurbano por carretera, reforzando el dominio de unas pocas grandes empresas y dificultando aún más la entrada de nuevos operadores.
“El autobús de larga distancia es el único modo de transporte sin resquicio alguno a la competencia. En lugar de abrir el mercado, como recomienda la CNMC, se apuesta por un modelo ineficiente y obsoleto”, denuncia la entidad.
El presidente de Direbús, Alfonso Taborda, lamenta que ni una sola enmienda haya abordado cuestiones clave como la regulación del cabotaje —el uso de rutas internacionales para trayectos domésticos— o la posibilidad de venta de billetes individuales en servicios discrecionales. Según Taborda, esto “evidencia la captura institucional de las decisiones políticas por parte del principal operador del sector”.
“Una ley que congela el mapa y condena a las PYMES”
Direbús advierte de que mantener el actual mapa concesional, “denunciado incluso por la ingeniería pública INECO”, representa una apuesta por la inmovilidad, el estancamiento y la falta de competitividad. Subrayan que una tercera parte de las paradas actuales tiene menos de un pasajero al día y que las bajas ocupaciones son frecuentes, lo que aumenta el impacto ambiental al movilizar autobuses prácticamente vacíos.
Impacto directo en usuarios y pymes
Desde Direbús alertan de las consecuencias reales de esta ley tanto para las PYMES como para los ciudadanos. “Menos competencia significa menos oferta, menor frecuencia, precios más altos y menor renovación de flotas. Exactamente lo contrario de lo que necesita un sistema de transporte moderno y sostenible”, afirman.
Además, advierten que la viabilidad de muchas pequeñas empresas está en juego si no se les permite competir en igualdad de condiciones. “Es incomprensible que no se escuche ni a la CNMC, ni a los informes de Enrico Letta o Mario Draghi, que promueven apertura y modernización del transporte interurbano”.
Reclaman un mercado más abierto y competitivo
Direbús exige que el sistema de concesiones se revise a fondo, que se abra el mercado a las PYMES, y que se garantice la aplicación real del derecho europeo al cabotaje. También piden criterios de adjudicación más equitativos y la revisión de concesiones caducadas o nunca licitadas.
“La lucha no es entre lo público y lo privado, sino entre un monopolio y miles de pequeñas empresas excluidas. Estamos convencidos de que, en un entorno abierto, las PYMES podrían ofrecer un mejor servicio, a precios más competitivos y con mayor cobertura territorial”, concluyen.
“La movilidad del futuro no puede construirse sobre el modelo del pasado. Si España realmente apuesta por la sostenibilidad, la cohesión y el interés del viajero, debe abrir paso a un mercado más justo, moderno y competitivo”, sentencian desde Direbús.





