2020, año de la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, se ha saldado con 870 fallecidos en accidentes de tráfico en las carreteras interurbanas, un descenso del 21% respecto a 2019 (que acabó con 1098 personas muertas en carreteras).
Son los datos que este jueves han ofrecido el titular de la cartera de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de Tráfico, Pere Navarro, que han convocado rueda de prensa sobre el balance provisional de la siniestralidad vial en 2020, que contabiliza los fallecidos en accidente a 24 horas (o sea, los decesos en las 24 primeras horas del siniestro).
Las restricciones a la movilidad han sido las responsables de este descenso de la siniestralidad, en un año en el que se han registrado en las carreteras interurbanas 797 accidentes mortales (también un 21% menos que en 2019), y un descenso del 25% en los desplazamientos de largo recorrido, con 321 millones.
"Siguen siendo cifras inaceptables"
A pesar de la reducción de víctimas, Grande-Marlaska ha asegurado que "no es un balance triunfalista, ya que siguen siendo cifras inaceptables para cualquier sociedad y para los que trabajamos en el Ministerio del Interior y en la DGT, ya que sabemos que esas muertes son evitables en su mayoría".
El cinturón, asignatura pendiente
El ministro también ha incidido en que el 14,3% de los fallecidos en turismos y furgonetas (125) no llevaba puesto el cinturón de seguridad.
Tipología de siniestros
El 44% de los fallecidos (380 personas) se ha debido a salidas de la vía. Grande-Marlaska ha hecho hincapié en que eso suele ocurrir por "velocidad excesiva, unida al alcohol, consumo de drogas y distracciones, como el uso del teléfono móvil".
Le siguen las colisiones frontales, con el 20% de los fallecidos (172 muertes), y las laterales y frontolaterales (13% de las muertes y 111 fallecidos). Eso sí, si comparamos con 2019, las colisiones frontales han caído un 31%, mientras que las laterales y frontolaterales han descendido un 16%.
