Por esa razón, TÜV SÜD pretende resolver las dudas más frecuentes relacionadas con la periodicidad, la documentación y el proceso de ITV de cada vehículo, destacando que la inspección conserva la misma periodicidad, siendo obligatoria la primera una vez hayan transcurrido cuatro años de la matriculación, sin importar el tipo de propulsión utilizado.
Por lo que respecta a la documentación a presentar en la ITV, también será la misma que requiere cualquier otro vehículo de combustión: la ficha técnica de la ITV y el permiso de circulación. En la actualidad, a estos requisitos se suman la cita previa y el justificante de pago, pero está por ver si estas condiciones se mantienen una vez dejados atrás los efectos de la pandemia.
Algunas diferencias
Pero existen algunas diferencias en la inspección. La principal es que un vehículo eléctrico no emite ningún tipo de gases y es silencioso, por lo que no son necesarias las pruebas de emisiones ni de ruido. Esto no sucede de la misma manera en los vehículos híbridos, ya que cuentan con un motor de combustión y, por tanto, deben pasar la prueba de emisiones y de ruidos.

