Del mismo modo, también consideran necesario que se indique el país de origen de los productos petrolíferos en las gasolineras para garantizar que los consumidores no financien inadvertidamente el régimen de Putin. Los países deberían introducir un arancel o una tasa sobre las exportaciones de combustibles fósiles rusos antes de imponer un embargo total a las importaciones de combustibles fósiles procedentes de Rusia, según la coalición, ya que el petróleo representa cuatro de cada cinco dólares que se obtienen de las exportaciones rusas de petróleo y gas, y ha sustentado el gasto militar de Putin durante más de dos décadas.
Posible solución: introducir un arancel o una tasa sobre las exportaciones de combustibles fósiles rusos antes de imponer un embargo total
Hasta ahora, el petróleo y el gas no se han incluido en las sanciones económicas que, aunque necesarias, no están deteniendo el avance ruso. Cada día, los países de la UE siguen transfiriendo cientos de millones de euros en concepto de petróleo y gas al régimen de Putin (se calcula que entre 80.000 y 85.000 millones de euros en 2022), sin olvidar que dos tercios de las importaciones rusas de petróleo se usan en el transporte, indican desde la entidad.
Repercusión sobre el precio
Los firmantes son conscientes de que la congelación del comercio de combustibles fósiles con Rusia tendrá repercusiones en los precios de la energía, pero también entienden que la extraordinaria agresión militar de Putin requiere una respuesta extraordinaria, por lo que solicitan a los gobiernos que tomen medidas decisivas para proteger a los hogares y a las empresas de los impactos negativos de la crisis energética. Una de estas medidas podría ser que los países de la AIE, que disponen de reservas de petróleo para 90 días en caso de emergencia, deberían desplegarlas para apoyar a los países con alta exposición a Rusia.
Además de introducir un arancel o de ampliar la información sobre la procedencia de los combustibles, se propone adoptar urgentemente un plan de acción para reducir el consumo de petróleo a corto plazo; mantener un alto porcentaje de teletrabajo y de colaboración virtual; la reducción de la velocidad en las autopistas; la conducción ecológica; las restricciones a la circulación; el fomento de los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público y la promoción de fines de semana sin coches en las ciudades; establecer un nuevo objetivo de alcanzar el 50% de ventas de coches y furgonetas eléctricos de batería para 2025; acelerar de forma radical e inmediata la construcción de energía eólica y solar y para avanzar en materia de eficiencia energética; o que la Comisión retire inmediatamente su propuesta de etiquetar el gas como «verde» en la Taxonomía Europea de las Finanzas Sostenibles.
Eco-union es una asociación ambiental fundada en 2005 por un grupo multidisciplinar de profesionales y activistas que defienden la transición hacia modelos de desarrollo sostenible de la región euro-mediterránea a través de la vinculación de la economía y la ecología.

