Puede sonar un poco extraña la afirmación, sin duda, pero tiene una explicación. Si desaparecieran todas las diferencias y desigualdades que existen en el mercado laboral en su conjunto, y en el Sector del transporte en particular, no sería necesario que el 8-M fuera una fecha reivindicativa, sino que podría convertirse en un aniversario de celebración.
Porque, queramos o no, y sin negar que se ha avanzado bastante en la materia durante los últimos años, las mujeres siguen sin estar al mismo nivel que los hombres en el Transporte, especialmente si nos referimos a las conductoras de mercancías. En el de viajeros, sobre todo en el ámbito urbano, la igualdad está más cerca. Ayuda bastante que las jornadas sean más reducidas y que siempre se pernocte en casa. Una clara muestra es el creciente número de féminas que podemos encontrarnos al volante de un autobús urbano en cualquier ciudad de España.
Escasa presencia al volante
Pero no es difícil encontrar testimonios de mujeres camioneras que denuncian esa desigualdad, por ejemplo, en los aparcamientos. Las instalaciones no están pensadas para ellas (con excepciones, por supuesto), lo que hace aún menos atractiva esta profesión para su género. La tarea ya es suficientemente dura, como para que tampoco se piense en facilitarla. De ahí que no sean muchas las que se decantan por coger el volante.
Cualquier iniciativa en esta dirección, en la de fomentar el empleo femenino, como fue el año pasado el proyecto WoMAN puesto en marcha por MAN Truck & Bus Iberia, es bienvenida. Ojalá se pueda extender en el tiempo y que cunda el ejemplo.
Y también cabe destacar que en otros puestos de relevancia dentro de las estructuras empresariales sectoriales, como el Marketing, la Contabilidad o la Gestión, esa presencia femenina sí que se hace notar. Con todo merecimiento.
En pleno siglo XXI, estas cuestiones ya deberían haber quedado atrás. Sería lo razonable en un mundo civilizado. Pero, como lamentablemente no es así, seguiremos celebrando el 8-M como un día de reivindicación, de igualdad y de esperanza de futuro. Ojalá que estas temáticas duren lo menos posible, y podamos llegar cuando antes a la celebración de haberlo conseguido.

