Pues bien, en Castilla-La Mancha se han propuesto reinventar este modo de transporte, que en Castilla y León funciona desde hace dos décadas. La gran novedad es que, en un territorio de unos 5.000 kilómetros cuadrados, situado en la Serranía Alta-Alcarria de la provincia de Cuenca, una flota de nueve vehículos podrá moverse libremente por el interior de una determinada zona básica de salud, sin ruta preestablecida.
De este modo, 15.585 habitantes de 72 municipios y 124 núcleos poblacionales formarán parte de la primera experiencia que se pone en marcha de este tipo en nuestro país, con el convencimiento de que, si funciona, se irá extendiendo a otros territorios, como sucedió y sucede con el transporte a la demanda convencional.
Disrupción
La Consejería de Fomento castellano-manchega tiene claro que su propuesta va a cambiar por completo la legislación nacional, añadiendo una tercera acepción a los conocidos transporte regular y discrecional.
El horario e itinerario de las rutas se genera cada día en función de la demanda de las usuarias y usuarios mediante una aplicación digital denominada Rubiocar Plus y con una central de llamadas para reservar un asiento o incidencias, a un teléfono disponible en todo momento.
Los vecinos de Villalba de la Sierra, Tragacete, Beteta, Carrascosa del Campo, Huete, Cañaveras, Priego, Villas de la Ventosa y Villalba del Rey, están de enhorabuena.

