Sin embargo, una serie de organizaciones ambientales ha presentado ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso una Proposición No de Ley para que los criterios iniciales que las amparan se vean modificados, entendiendo que ahora ya no se ajustan a la realidad, sobre todo desde el punto de vista de las emisiones.
Ecodes, Ecologistas en Acción, Fundación Renovables, Greenpeace y Transport & Environment declaran que algunos vehículos catalogados como ecológicos resultan más contaminantes de lo que dicen ser en condiciones reales de circulación. Por eso han procedido a elaborar la única propuesta que ha sido pública, aunque se han encontrado, siempre según sus palabras, con la estrecha complicidad de la Dirección General de Tráfico con el sector del automóvil y el titubeo gubernamental.
La Proposición No de Ley que hoy se debate busca instar al Gobierno a retomar un proceso, esencial para la descarbonización del transporte y el futuro de la movilidad urbana, que debería impregnar de coherencia y eficacia este sistema, herramienta clave para el éxito de las Zonas de Bajas Emisiones y de todas las políticas y medidas de movilidad que se están llevando a cabo en España gracias, en parte, a la financiación proveniente del Plan de Recuperación.
Algunas propuestas
Estas organizaciones piden, entre otras cosas, incluir las emisiones reales de CO2, reservar la etiqueta CERO a los vehículos sin emisiones y eliminar la confusa etiqueta ECO que actualmente beneficia al gas y a los SUV híbridos. Los beneficios son múltiples, ya que estas etiquetas son una herramienta clave no solo para reducir la contaminación atmosférica y las emisiones de CO₂ sino también para transformar las ciudades en espacios que provean de calidad de vida y atiendan la salud de sus habitantes. Para asegurar su buen funcionamiento es imprescindible diferenciar de manera clara a los vehículos por su potencial contaminador real.
Adrián Fernández, coordinador de la campaña de movilidad de Greenpeace, señala que queremos que se dé un mensaje rotundo sobre la nueva movilidad urbana de una vez. España quiere ser climáticamente neutra en 2050, y es innegable el papel de la descarbonización del transporte y la movilidad. Las ciudades son clave para cumplir este objetivo, fomentando la movilidad limpia y activa, el transporte público, la reducción del vehículo privado, etc. Reformar coherentemente el sistema de etiquetas es de vital importancia para acompañarlas en este proceso, generando claridad, un cambio de hábitos y haciendo que sean una referencia efectiva. Hacemos un llamamiento a la acción gubernamental y parlamentaria para poner fin a esta situación y que se apruebe unos distintivos reales.

