Las razones que lo han provocado son evidentes. Como dice Manuel Hernández, su presidente, no salimos a trabajar porque no podemos seguir perdiendo dinero. Y eso es una realidad. Como también lo es que las soluciones están en camino. Al menos, sobre las que se puede actuar.
Con el precio del combustible disparado, el Gobierno está trabajando en una posible rebaja de los impuestos sobre el gasóleo. Las intenciones reales, su cuantía y las fechas de aplicación podrían conocerse hoy, en la reunión que ha convocado el Ministerio con el Comité Nacional, y a la que está anunciada la presencia de Raquel Sánchez.
Además, en unos meses de termina el plazo de carencia estipulado para que entre en vigor de pleno derecho la cláusula de revisión automática de las tarifas en función de la fluctuación del combustible. Así lo recoge el RDL, así lo publica el BOE y así se cumplirá. Pensar otra cosa no cabe en estos momentos. Además, esta normativa también pondrá fin al problema de la carga y descarga y mejorará las condiciones laborales de los profesionales del transporte.
Es decir, que algunas cuestiones están en vías de solución.
Lo que no está en manos del Gobierno es la política de precios por kilómetro. Este asunto queda en manos de los clientes y los proveedores, y éstos últimos, los transportistas, no han sabido hacerse valer ante los cargadores. De aquellos barros, estos lodos (nunca mejor dicho, al menos en Madrid como consecuencia de la coincidencia de la lluvia con la calima desértica). Las sucesivas mesas de negociación no han funcionado y los cargadores han tenido, y tienen, la sartén por el mango. En cualquier caso, el Mitma no va a poner remedio. Es el propio Sector, en su conjunto, el que debe dar un paso al frente.
Unión, más que necesaria
Pero unido. Y no por separado. De ahí que este paro, no secundado por el Comité, esté generando confusión en la opinión pública. Y los lamentables incidentes de ayer, con uno de los transportistas recibiendo una bala (pasara lo que pasara antes, esto nunca debería llegar a suceder), no ayudan a que se entienda correctamente el objetivo de la movilización.
El Mitma y el Comité tienen una reunión hoy, pero no será el final del paro, ya que la Plataforma, como ha reiterado en estos días, no reconoce al CNTC como representante de sus intereses ni como interlocutor válido.
Veremos qué se acuerda hoy y las consiguientes reacciones. En cualquier caso, llamamiento a la calma, tanto a los que quieren parar, como a los que quieren seguir trabajando (las dos partes tienen el mismo derecho), como a la población: el abastecimiento está más que asegurado.
Que le sea útil. Es nuestro mayor interés.

