Ahora, Antonio García Pastor, director corporativo de Operaciones de Avanza, realiza para NEXOBUS.com un balance de aquel piloto, enlazándolo con los proyectos actuales en los que está trabajando el operador.
García Pardo reconoce que la llegada del Covid incidió de manera negativa en AutoMost, porque la duración inicial prevista tuvo que reducirse a poco más de un mes. Además, la idea era acercar a los cruceristas que llegaran a la terminal hasta el centro de la ciudad, pero esa afluencia de cruceros se vio casi paralizada, lo que motivó un cambio en el itinerario, que pasó a conectar el el Paseo del Parque con la Terminal de Cruceros, y una campaña entre la población local para su promoción.
Por recordar, se utilizó para el piloto un autobús eléctrico de Irizar, de 12 metros de longitud, con capacidad para 60 pasajeros y una autonomía de 270 km, que funcionaba gracias a un sofisticado sistema de navegación y percepción basado en un Control de Crucero Adaptativo y Mantenimiento de Carril. Aunque el autobús tenía capacidades de navegación autónoma para ser guiado sin conductor, el operador de la cabina que supervisa todos los movimientos también podía tomar el control en cualquier momento.
Conclusiones positivas
García Pastor reconoce que las conclusiones fueron muy positivas. La tecnología de automatización fue incorporada a este vehículo de 12 metros con éxito, mediante un proceso de sensorización de un vehículo de serie, lo que además era una novedad, pues hasta entonces solo se aplicaba en unidades de tamaño mucho más reducido, como la que opera Alsa en la Universidad Autónoma de Madrid.
El funcionamiento de la prueba fue muy favorable, demostrando sus posibles aplicaciones en el futuro, aunque a juicio del director de Operaciones, la llegada de los niveles cuatro y cinco de automatización tardarán tiempo en llegar al Sector. Los sistemas de control longitudinal y transversal están muy avanzados, pero la detección de obstáculos en movimiento y la consiguiente actuación hay que mejorarla un poco aún.
La experiencia acumulada en AutoMost servirá de base, a partir de final de año, para el proyecto Digizity en Zaragoza
García Pastor considera que en cambio, en una explotación comercial con tráfico restringido o carriles específicos, incluso para servicios nocturnos, los niveles 1, 2 y 3 de automatización sí que pueden ser una solución aplicable en la actualidad, siempre con conductor a bordo.
En cuanto a las lecciones aprendidas durante el desarrollo de AutoMost, el directivo de Avanza menciona que la implantación del 5G va a ayudar mucho en la localización de los vehículos, así como el creciente desarrollo de la conectividad, tanto con la infraestructura como con los semáforos y con otros vehículos. Por ejemplo, si el autobús detectara una ambulancia podría tomar decisiones al respecto para facilitarle la circulación. Y claro, además habría que superar las barreras normativas relacionadas con las homologaciones y los permisos de circulación, que van despacio por todo lo que conlleva la seguridad.
Siguientes pasos
De cara al futuro, Avanza aprovechará la experiencia adquirida con AutoMost en una doble dirección: Por un lado, exploraremos su aplicación en cocheras y talleres, es decir, en entornos controlados, afirma García Pastor, y por otro en el proyecto Digizity, que pondremos en marcha en Zaragoza y significará un paso más en automatización sobre la base de la prueba de Málaga.
Digizity amplía los objetivos iniciales, incorpora la inteligencia artificial, el 5G y el hidrógeno como combustible, con la intención de que permanezca en la ciudad como una línea semiautomatizada. El proyecto cuenta con empezar a sensorizar el autobús, que también será de Irizar, este verano, con idea de que inicie su operación (aunque no con todos los sistemas embarcados) antes de final de año. Será en 2023, posiblemente en verano, cuando trabaje en plenitud, concluye García Pastor.

