Como en todo debate, existen posiciones enfrentadas, como era de esperar sobre todo en un asunto de tal magnitud, que tendrá una enorme repercusión en la economía comunitaria.
Entre aquellas posturas que defienden la inmovilidad de los plazos se encuentra la de Ciudadanos. Su eurodiputada Susana Solís ha rechazado en el Parlamento Europeo los atajos chapuceros: La industria no puede reinventarse de la noche a la mañana.
No sería positivo, a su juicio, adelantar la fecha de 2035 a 2027 o 2030, algunas de las que se barajan en Europa, porque hay que asegurar que la transición ecológica sea viable sin sacrificar empleos por el camino. No olvidemos que España tiene plantas de producción, pero los centros de decisión de las marcas están fuera de España (Alemania, Francia…) y al final son ellos los que deciden qué modelos fabricamos y cuáles no. Esto nos ha dejado en una clara desventaja competitiva frente a otros países europeos y por eso era tan importante defender la postura española en esta votación.
Necesaria planificación
Cambiar una línea de producción lleva siete años, menciona Solís, por lo que los fabricantes necesitan flexibilidad y certidumbre para planificar su descarbonización, sus inversiones de cara a los objetivos de 2030 y 2035, advirtiendo para que nadie desvirtué este debate. El futuro que queremos para el sector del automóvil es de cero emisiones y la propuesta de la Comisión que adelanta la fecha a 2035 es ya muy exigente, y supondrá un esfuerzo extraordinario para nuestra industria. Endurecer aún más este objetivo como proponen algunos grupos políticos y adelantar aún más el fin de los vehículos de combustión e híbridos, puede ser letal para el empleo. Es irracional e irresponsable. El sector lo que necesita es certidumbre y ambiciones realizables, ha asegurado.
La Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara, gracias en parte al posicionamiento de Ciudadanos, terminó rechazando la enmienda, aunque eso no quiere decir que la decisión final esté tomada. Ahora, una vez aprobado el informe, pasará al Pleno del Parlamento Europeo y luego se iniciarán las negociaciones con Consejo y Comisión para un acuerdo final.

