Por ejemplo, podemos remontarnos a 2014, fecha en que el fabricante de remolques Van Eck suministró a la empresa Günter Badenhop Fleischwerke KG, de Verden (Alemania), un remolque de tres ejes para el transporte en lanzadera desde el centro de producción hasta el almacén.
Desde la planta del procesador de carne alemán Badenhop hasta su centro logístico hay 2,5 kilómetros, así que este remolque ha recorrido relativamente pocos kilómetros, pero con una actividad frenética.
Si un remolque se utiliza en un servicio de lanzadera, se carga de forma totalmente automática en pocos minutos y sale a la carretera para descargarse, también de forma totalmente automática unos kilómetros más lejos, y efectúa la vuelta con palés vacíos, hablamos de una operación muy productiva.
Las cifras salen
Günter Badenhop Fleischwerke utiliza ese remolque Van Eck especial para este tipo de trabajos. Y su balance tras más de siete años es el siguiente: 108.000 toneladas de carne al año (20 toneladas por viaje), por lo que ya ha superado las 864.000. «Hace unas semanas compramos un nuevo remolque a Van Eck. Por eso, ahora se puede realizar el mantenimiento del antiguo. Después lo utilizaremos como reserva y, en el futuro, utilizaremos ambos remolques en paralelo», afirma Christian Otten, director de Logística de Günter Badnehop Fleischwerke KG.
«Estos remolques son un eslabón importante de nuestro proceso de producción. Si un remolque se rompe, la producción se paraliza. Por supuesto, esto es impensable. Aunque en los últimos siete años nos han demostrado que podemos confiar en Van Eck«, concluye Otten.
Podríamos decir entonces que la decisión tomada hace siete años, aunque la relación entre ambas entidades se remonta a cuatro décadas, fue acertada.

