Tal vez por eso, la renovación del modelo ha cuidado todos los detalles, como tuvimos la oportunidad de comprobar durante la doble prueba dinámica que realizamos a las versiones de Citan Tourer y Furgón. Bastante diferentes en su comportamiento, por cierto.
En primer lugar, el turno fue para el vehículo utilitario. Una Citan CDi 110 con la que llevamos a cabo un amplio recorrido para constatar que su comportamiento en carretera es más que notable, que la habitabilidad también está a la altura de lo que reclama el cliente de este segmento y, por último, que permite un uso ‘dual’ entre el particular y el profesional.
Conviene mencionar aquí que este tipo de usos particulares se verán reforzados, en este segmento, con la nueva Clase T, una Citan muy mejorada con niveles superiores de acabado y que ya está disponible en el mercado.
Pero, volviendo a nuestra prueba, más allá de la estrella en el frontal, la Citan Tourer cuenta con un interior cómodo y amplio, un volante multifunción desde el que es posible controlar tanto el display como la pantalla central (en caso de que la lleve), una posición al volante apta para conductores de cualquier tamaño y un espacio en las plazas traseras mucho más que suficiente para que cinco personas puedan viajar de modo más que digno. A esto se suma el amplio maletero, como es lógico en este segmento. Es decir, lo que un profesional puede llegar a necesitar para su trabajo diario.
Versión de carga
El siguiente paso lo dimos con la Citan Furgón, una versión CDi 112 en acabado Pro (también está disponible en Base), que cuenta con todo lo que cualquier transportista de distribución puede necesitar.
Comenzando esta vez por el espacio de carga, destaca un vano bajo y accesible, la anchura del espacio de carga entre los pasos de rueda, la doble puerta trasera asimétrica de dos batientes (están disponibles con y sin ventanillas, y también un portón único) y las laterales deslizantes (una en el caso de nuestra unidad, aunque en opción se pueden solicitar ambas).
El remate de esta zona está muy logrado, cuenta con plástico en el piso, iluminación y con las ya habituales anillas de sujeción.
El otro aspecto a destacar es el de la seguridad, que comienza con seis airbags a los que se suman el servofreno de emergencia, el asistente de atención Attention Assist, el asistente para viento lateral y el sistema de llamada de emergencia Mercedes-Benz.
Por lo que respecta al habitáculo, a lo mencionado en la versión Tourer podríamos añadir el asiento del conductor regulable en altura, el aire acondicionado, el sistema de audio de Mercedes-Benz y la iluminación interior LED. Y el sistema de conectividad MBUX, ya conocido en la marca pero no por ello menos atractivo y útil para múltiples funciones.
La prueba con el Furgón Pro fue más corta, de aproximadamente 100 km, pero obtuvimos un resultado de consumo de 5,4 litros, en ciclo combinado (y en vacío), que nos parece un dato a destacar. Y la sensación al volante es más que placentera, en ambas versiones, gracias no solo a la ergonomía del puesto de conducción, sino también a la escasa sonoridad que se percibe en el interior. El accionamiento del cambio también es cómodo (lo que se agradece en jornadas de trabajo prolongadas)
Datos técnicos versión Furgón:
Motor OM 608 – 112 CDI Euro 6CI
Cilindrada 1.461 cc
Potencia máx. 95 CV (70 kW) a 3.750 rpm
Par máximo 260 Nm a 1.750 rpm
Transmisión Manual de seis velocidades
Tracción Delantera
Carga útil 629 kg
Consumo 5,4 litros/100 km de media durante la prueba

