En China, los NEV incluyen los autobuses eléctricos (tanto de batería como de pila de combustible de hidrógeno) y las unidades híbridas, pero excluyen los vehículos de gas natural.
En 2020, había 704.381 autobuses urbanos en funcionamiento en China. De ellos, 509.193 unidades entran en la definición de autobús limpio según la Directiva de vehículos limpios de la UE, lo que representa el 72% de la flota nacional de autobuses urbanos. En cuanto a la cuota de tecnología, la batería eléctrica representó el 54% (378.700 unidades) de la flota total, y el gas natural el 18%.
Atendiendo a la distribución por regiones, en cifras absolutas, la provincia de Guangdong es la que tiene el mayor número de VNE desplegados, superando las 86.000 unidades en 2020, seguida de Shandong, con más de 45.000 vehículos, y Jiangsu y Zhejiang, ambas con más de 20.000 vehículos en funcionamiento. Sin embargo, en términos relativos, Hunan es la provincia con mayor proporción de VNE sobre el parque total, con un ratio del 86,8%.
Los autobuses eléctricos en China realizan una media de 133 km/día, con la flota de Lanzhou a la cabeza con 203 km/vehículo-día. Las cifras de consumo de energía difieren por regiones entre 80 kWh/100km y 95 kWh/100km. La tasa más baja se alcanza en la región suroeste de China, mientras que las más altas se encuentran en el noreste y el sur del país. Dado que las limitaciones operativas suelen plantearse como principales inconvenientes para la adopción masiva de los autobuses electrónicos, las cifras que llegan de China muestran que éstas se están diluyendo a un ritmo constante.
Implantación dispar
La cuota de los autobuses de gas natural está disminuyendo a un ritmo similar al de los diésel, mientras que los vehículos eléctricos de batería se están imponiendo en el servicio de autobuses de transporte público urbano. Sin embargo, los autobuses de hidrógeno con pila de combustible están ganando cada vez más presencia también en China.
Las baterías y el hidrógeno son dos de las tecnologías de emisiones cero más prometedoras en China. Algunas ciudades, como Shenzhen, han optado por las baterías, pero Foshan, una ciudad de rápido crecimiento con una población de ocho millones de habitantes, eligió la economía energética del hidrógeno. Ya en 2017, Foshan puso en marcha su primera línea operada con autobuses de hidrógeno, y actualmente unos 1.000 autobuses de hidrógeno circulan por 28 líneas. El Plan de Desarrollo del Hidrógeno de Foshan establece objetivos para el número de vehículos de pila de combustible (y otros vehículos industriales) que deberían adquirirse hasta 2030: hasta 2.500 autobuses para 2025 y 4.000 autobuses para 2030. La ciudad cuenta con una red actual de 20 estaciones de repostaje de hidrógeno (HRS) y prevé llegar a 57 en 2030. La administración local y el gobierno central prestan apoyo y realizan fuertes inversiones a este ambicioso y masivo plan.
A finales de 2021, 440 autobuses limpios impulsados por hidrógeno prestaban servicio en nueve líneas de Zhangjiakou. Recientemente, se añadieron 655 autobuses de hidrógeno con pila de combustible a la flota de Zhangjiakou, de modo que 1.100 autobuses eléctricos de hidrógeno con pila de combustible estaban en pleno funcionamiento durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022.

