Las furgonetas permiten realizar una amplia gama de actividades con gran valor añadido para la sociedad, como las operaciones policiales y de rescate, las ambulancias, los trabajos de construcción y reparación, los talleres móviles y los servicios postales y de mensajería. Las furgonetas, que sirven para fines muy específicos y a menudo se fabrican a medida para satisfacer necesidades concretas (como cajas de congelación para el reparto de alimentos), no pueden ser sustituidas fácilmente por otros medios de transporte, como el transporte público o el carsharing.
Y lo que es más importante, las furgonetas son utilizadas principalmente por las pymes como herramientas de trabajo, impulsando así la economía europea y ayudando a nuestras empresas a prosperar. Las furgonetas, que permiten la entrega en la última milla en las zonas urbanas, son actores clave en la cadena logística. Gracias a las furgonetas, las empresas pueden entregar las mercancías en la puerta de sus clientes. Esto es aún más importante si se tiene en cuenta el aumento de las compras en línea, que no parece que vaya a detenerse pronto.
Y, por supuesto, los camiones
Por último, el cuarto gran tipo de vehículo que mantiene a Europa en movimiento es, por supuesto, el camión. Los camiones transportan más del 73% de toda la carga transportada por tierra en la Unión Europea, por lo que el transporte de mercancías por carretera es realmente la columna vertebral del comercio en nuestro continente.
Los camiones no sólo son el modo de transporte más flexible, ágil y económico para la gran mayoría de las mercancías, sino que también son esenciales para el funcionamiento del sistema europeo de logística y transporte.
Los camiones forman parte de una cadena logística que también incluye la navegación interior, el transporte marítimo, el aéreo y el ferroviario. Sin embargo, estos otros modos de transporte también dependen de los camiones para trasladar las mercancías hacia y desde los depósitos, las terminales ferroviarias, los aeródromos y los puertos. En las economías modernas, el 85% del tonelaje de mercancías por carretera se transporta en distancias de 150 km o menos, en rutas para las que ningún otro modo de transporte sería realista.
La mayoría de nuestras necesidades diarias, como los alimentos frescos del supermercado o la tienda de la esquina, los aparatos electrónicos y electrodomésticos, la ropa dependen de los camiones en algún punto de la cadena de distribución. Del mismo modo, muchos servicios públicos esenciales son prestados por camiones, como la recogida de basuras, los bomberos y los servicios de construcción. Por ello, la mayoría de los camiones se construyen a medida según su misión.
Al hablar de la importancia y el valor añadido de la industria automovilística de la UE en su conjunto, es importante subrayar la necesidad de mirar más allá de los coches de propiedad privada.
Se trata del ecosistema más amplio de transporte y movilidad que impulsamos. Este comprende las furgonetas que nos prestan servicios esenciales, los camiones que reparten nuestras necesidades diarias y los autobuses que son la forma más popular de transporte público. También abarca muchas innovaciones que permiten la movilidad y los servicios de transporte a la carta, centrados en el cliente, que hacen que nuestra industria y Europa estén preparadas para un futuro interconectado.

