Así lo entiende, al menos, el profesor John Manners-Bell, en un análisis realizado para la consultora Ti acerca del impacto que tanto la inflación como el incremento de los tipos de interés pueden tener en el mercado de logística mundial.
A juicio de Manners-Bell, la respuesta universal de los bancos centrales ha sido subir los tipos de interés en un esfuerzo por hacer frente a estas presiones inflacionistas. Sin embargo, para muchos mercados las causas subyacentes de la inflación no son las mismas, añadiendo que es importante comprenderlas, ya que tendrán una gran influencia en los flujos de mercancías nacionales y mundiales y, por tanto, en el desarrollo de la cadena de suministro y la industria logística.
Europa
Por lo que se refiere al continente europeo, la inflación es en gran medida «importada» debido a la crisis energética relacionada con el suministro y el coste del gas natural. En Estados Unidos, el problema es más bien de tipo tradicional, causado por una economía interna desbocada, alimentada por un paquete de estímulo gubernamental. Por ello, la acción de la Reserva Federal de aumentar los tipos de interés es un intento de inducir una recesión («destrucción de la demanda»), mientras que en Europa la recesión es inevitable, independientemente de las políticas fiscales que se adopten.
Apuntalar el euro
El profesor se hace la siguiente pregunta: ¿Por qué iban a querer los banqueros europeos aumentar los tipos de interés si la economía ya se está hundiendo? Después de todo, el aumento de los tipos no hará más que aumentar las dificultades de los consumidores endeudados y reducir la inversión de las empresas. En parte se debe a que no tienen ninguna otra herramienta a su disposición y necesitan que se les vea hacer algo, pero además es un intento de apuntalar las divisas que se han desplomado frente al dólar hasta mínimos históricos. La debilidad de las divisas encarece la importación de productos extranjeros, especialmente los que se cotizan en dólares, como el petróleo. También está el daño a la reputación de un euro que cotiza a menos de un dólar.
La variante que subyace a las causas de la inestabilidad económica y fiscal es importante para las perspectivas de la industria de la cadena de suministro. Es probable que el sector logístico nacional de Europa sufra de manera significativa la desaceleración causada por el estancamiento de la producción manufacturera, lastrada por los costes energéticos y la incapacidad de repercutir las subidas de precios en los consumidores en apuros. Los exportadores también se verán afectados, al no poder competir eficazmente con los competidores estadounidenses y chinos.

