El caso es que algunas grandes empresas están comenzando a probar. Por ejemplo, Uber Eats, que acaba de anunciar un acuerdo con Nuro para llevar a cabo el reparto tanto a sus clientes tanto de alimentos como de otro tipo de productos con sus vehículos autónomos.
Los estados norteamericanos de California y Texas serán escenario de los primeros tests, pero no los últimos, puesto que la colaboración se proyecta para un periodo de una década. Y Uber Eats se beneficiará de la experiencia que ya atesora Nuro, que lleva algunos años colaborando con otros gigantes de la distribución, como Walmart, en esta misma dirección.
Vehículos preparados
Nuro cuenta con todos permisos necesarios para llevar a cabo estas operaciones con vehículos autónomos, que incluso pueden realizar las labores de cobro en el momento de la entrega, con su correspondiente factura.
El tipo de vehículo utilizado será la tercera generación del R2 de Nuro, que cuenta con lidar, radar y cámaras para facilitar su desplazamiento sin conductor e, incluso, compartimentos de temperatura controlada para alimentos que requieran frío o calor durante su transporte.
Del éxito de estas primeras pruebas piloto depende, en gran medida, que su expansión acelere a mucha mayor escala.

