A esto se añade la incertidumbre económica y geopolítica que atraviesa el planeta, por lo que han elevado una carta conjunta para tratar de que los legisladores comunitarios puedan repensar esta iniciativa y su fecha de entrada en vigor.
«Desde la publicación de la propuesta de la Comisión sobre las normas de CO2 en coches y furgonetas, en el mes de julio del año pasado, el panorama geopolítico ha cambiado drásticamente, con implicaciones para las dependencias de energía y materias primas«, afirma la carta, algo que a buen seguro generará un impacto en la velocidad y la eficiencia económica de la electrificación de la nueva flota de vehículos ligeros».
No confundir términos
Las asociaciones comerciales de biocarburantes, FuelsEurope (portavoz de grandes petroleras como Shell, TotalEnergies, BP o ENI, fabricantes de coches como Mazda y CLEPA, la asociación europea de proveedores de piezas de automóvil, son algunos de los firmantes de la carta, que quieren dejar muy claro, por otro lado, su apoyo inconcidional a la electrificación como principal tecnología para la descarbonización del transporte por carretera, aunque a su entender los recientes acontecimientos geopolíticos han puesto de manifiesto las incertidumbres relacionadas con el camino hacia la electrificación total de los coches nuevos para 2035″.
Entre los principales obstáculos referenciados en la misiva encontramos el coste de las materias primas necesarias para fabricar las baterías, la dependencia energética que tiene la UE de terceros y el hecho de que las infraestructuras de recarga todavía tengan un amplio margen de mejora.
Por todo ello, los firmantes apuestan por un reconocimiento del potencial de los biocombustibles y de los combustibles sintéticos verdes derivados del hidrógeno para descarbonizar el Sector, que deberían complementar la estrategia de electrificación.

