Según el estudio, conocer los diferentes modelos de restricción de tráfico y desarrollar el enfoque más adecuado es un desafío clave para los responsables municipales. Por ejemplo, Milán introdujo el Ecopass en 2008, en virtud del cual los usuarios pagan de acuerdo con la clase de emisiones de su vehículo, pero evolucionó a un cargo por congestión después de un referéndum en 2012.
Para escoger el modelo de restricción de vehículos más adecuado a cada municipio es importante tener claro el objetivo que se quiere conseguir y a qué tipo de vehículos va a afectar y como. El caso de Londres demostró que una planificación y organización adecuadas son cruciales: en la implementación de la ZBE, se notificó a los organismos reguladores del comercio en Europa y se entregaron folletos para garantizar el máximo cumplimiento para los vehículos pesados que debían registrarse con anticipación.
También es muy importante explicar a los ciudadanos y a las partes interesadas que el objetivo de las restricciones no es el de generar ingresos, sobre todo para evitar sus reticencias.
Soluciones en la nube y tecnología satelital
Actualmente existen diferentes opciones tecnológicas para implementar estos modelos, incluido el reconocimiento automático de matrículas (ANPR), la comunicación de corto alcance (DSCR) y el Sistema Mundial de Navegación por Satélite (GNSS), entre otros. Qué tecnología aplicar depende del tipo de proyecto UVAR, el tamaño de la ciudad, el objetivo principal, el tipo de vehículos y el tipo de restricciones.
Abertis Mobility Services (AMS) afirma que una solución integrada basada en los principios de pago por contaminación y pago por congestión es beneficiosa. En este sentido, la combinación de las tecnologías ANPR y de reconocimiento óptico de caracteres (OCR) con las tecnologías de los sistemas globales de navegación por satélite (GNSS) permite que las UVAR contribuyan a mejorar la calidad del aire y a reducir el tráfico. Las tasas y tarifas de los conductores pueden depender de la hora del día (hora punta), del tipo de vehículo, de la distancia recorrida y del nivel de emisiones de CO2 del vehículo o de la potencia/caballos de fuerza del mismo. En Estados Unidos, AMS (a través de su filial Emovis) está implementando modelos de pago por uso en algunos estados a través de soluciones locales y basadas en la nube que utilizan tecnologías satelitales y sistemas de ubicación.
Participación ciudadana
A lo largo del proceso, es muy importante contar con la participación de los ciudadanos para conocer las necesidades particulares de algunos colectivos y garantizar que todas las voces estén representadas. Los procesos participativos pueden fomentar soluciones creativas e innovadoras, facilitando el desarrollo de las intervenciones más adecuadas según las características de cada iniciativa, contexto y caso de usuario, según el estudio.
Christian Barrientos, CEO de Abertis Mobility Services, comenta que «aquí no puede haber un enfoque uniforme aconsejado por la UE, ya que existen marcos regulatorios nacionales que afectan a elementos como la aplicación de cámaras y el monitoreo«. Explica que los diseños de estas restricciones deben estar alineados con objetivos como los niveles de contaminación o la reducción del tráfico, y las autoridades locales deben esforzarse por comunicarlos bien a las personas para garantizar la aceptación y la eficiencia.
Para concluir, el informe del EIT destaca el ejemplo del proceso participativo que se convocó en la ciudad de Barcelona, con reuniones programadas entre los ciudadanos y el Ayuntamiento para promover un debate sobre temas específicos de la ciudad.

