El debate fue acalorado entre los presentes, con algunas voces elevadas desde los presentes y muchos asentimientos y negaciones con las cabezas, en función de quién tuviera el uso de la palabra y la postura que defendiera.
Uno de los puntos más controvertidos de la sesión se produjo, como suele ser habitual, cuando le llegó el turno a la financiación. En este caso, las cifras aportadas por ambos argumentarios, lo que están a favor de la liberalización y los que prefieren mantener el modelo concesional, diferían enormemente.
Cifras muy dispares
Los liberalizadores fijan en 43 millones de euros el coste que le supondría a las arcas del Estado la compensación de las líneas regulares que hoy son deficitarias, y que en parte son sustentadas ahora por aquellos tránsitos más rentables. Por su parte, los que no ven con tan buenos ojos el proceso de liberalización, pusieron sobre la mesa una cifra bien distinta: 500 millones de euros, explicando que fue el propio Ministerio entonces de Fomento la que la fijó, hace ahora algunos años.
¿Quién tiene la razón? ¿Por qué tanta diferencia? Hemos consultado al Mitma al respecto, pero la respuesta no ha llegado todavía a nuestra Redacción.
En cualquier caso, ¿la liberalización del transporte de viajeros en España depende de esta cantidad? ¿Son otras las razones? Parece que el Gobierno está dispuesto a, paulatinamente, ir dando paso a más de un operador en determinados corredores. ¿Será suficiente? ¿Qué sucederá con aquellas líneas que a nadie interese explotar? Y, más aún, ¿qué pasará con aquellos usuarios que puedan perder parte de su movilidad?
El debate, encendido, está en su punto álgido. Pero es muy difícil apostar a ganador en este asunto.

