Los puestos de trabajo de transporte de larga distancia, en particular, son difíciles de cubrir, ya que muchos conductores son reacios a estar fuera de casa en trabajos que a menudo implican estar en la carretera de tres a seis semanas. Los conductores que realizan rutas de primera y última milla en camiones autónomos podrían trabajar cerca de casa, lo que podría facilitar a las empresas de transporte la contratación y retención del personal que necesitan, se argumenta.
Los pros financieros a favor del transporte autónomo también son convincentes. Las tecnologías de conducción autónoma podrían reducir el coste total de propiedad (TCO) de los camiones de larga distancia en más de un 30% gracias al ahorro de mano de obra y al aumento de la eficiencia de la conducción. Dado que los camiones ya no tendrían que permanecer inactivos mientras sus conductores descansan debido a los límites de los turnos, la utilización de los vehículos podría duplicarse, aumentando drásticamente la productividad.
Reconociendo el fuerte argumento comercial para los camiones de autoconducción, una serie de empresas de conducción autónoma (incluyendo Aurora, Einride, Embark, Kodiak, Plus, Torc, TuSimple y Waymo) han estado construyendo la tecnología para traer soluciones al mercado mientras forjan asociaciones con fabricantes de camiones y operadores de flotas.
Comienzan las pruebas
Las empresas de AV están iniciando programas piloto para poner camiones autónomos en las carreteras. Hasta el momento, estos vehículos de autoconducción cuentan en su mayoría con un «conductor de seguridad» al volante, listo para tomar el control en un momento dado si la IA necesita ayuda. A medida que buscan ampliar sus redes de carreteras más allá de la fase piloto, las empresas tienen que identificar qué centros de transporte son los más adecuados para las flotas de AV y determinar qué rutas punto a punto y corredores de varias paradas deben priorizarse.
En breve detallaremos el caso de Kodiak, pormenorizado en el informe de BCG.

