Y los remolques destinados al transporte de mercancías no son la excepción. La Unión Europea ha fijado la fecha de 2024 para que los camiones tengan requieran una certificación ambiental que garantice una reducción de sus emisiones de CO2: un 15% hasta 2025 y un 30% hasta 2030 en comparación con el período 2019/2020. Las cifras específicas para los remolques están muy cerca de conocerse.
Los productos de BPW cumplen los requisitos para la certificación VECTO de los remolques
Todos aquellos fabricantes que quieran adelantarse en el cumplimiento de la futura normativa, tienen la oportunidad de saber si lo están haciendo correctamente gracias a Vecto, una herramienta de simulación diseñada para ello por la UE. Porque, como es fácil de adivinar, habrá multas para quienes no se alineen con estos requerimientos.
Todos los semirremolques de uno a tres ejes, los de eje central y los de plataforma giratoria son susceptibles de certificarse, incluyendo las furgonetas con caja y los de lona lateral. Vecto calcula diferentes cargas útiles y dimensiones, pero también tiene en cuenta diferentes factores de bonificación, ya que la reducción del consumo de combustible se traduce en factores de bonificación de hasta el 4,5% mediante el uso de ejes de elevación y dirección y en función del ciclo de conducción.
Esta información la ha difundido el Grupo BPW, que ya trabaja con la antelación necesaria. De hecho, afirma cumplir los objetivos de protección del clima de la UE para los remolques, puesto que lleva años demostrando el ahorro de CO2 y de combustible de sus soluciones para remolques, junto con cifras específicas sobre la reducción del desgaste de los neumáticos.
Faltan aspectos por concretar
Bernd Rhein, director de ingeniería de aplicaciones de BPW, afirma que «todavía quedan algunas preguntas sin respuesta antes del diseño final de la certificación, algo que sabe bien puesto que BPW forma parte del desarrollo de la herramienta, añadiendo que sería deseable que se tuvieran más en cuenta las ventajas del transporte. Un operador de gran volumen que aproveche al máximo las dimensiones legalmente permitidas, por ejemplo, podría obtener una calificación peor que la de un vehículo estándar según el plan actual. También faltan las combinaciones de vehículos más largos, por ejemplo.
Así, el directivo del grupo germano considera necesario afinar un poco más para reflejar de forma realista los factores económicos y la compatibilidad con el clima de estos vehículos. En principio, vamos en la dirección correcta. El reglamento es una gran ventaja para los fabricantes de vehículos innovadores y sus socios del sistema. Crea más transparencia, mientras que antes el precio de venta era lo más importante. La nueva certificación de remolques será una situación en la que todos saldremos ganando, tanto para el medio ambiente como para los operadores de vehículos, concluye Rhein.

