En las encuestas realizadas a consumidores, los encuestados suelen citar la ansiedad por el acceso insuficiente a la recarga de vehículos eléctricos como razón principal para no conducir uno. En Estados Unidos, 88 de las 100 áreas metropolitanas más pobladas cuentan con menos de la mitad de la infraestructura de recarga pública y en el lugar de trabajo necesaria para para 2025. En el Reino Unido, Londres y Escocia han experimentado un plan en línea con los objetivos para 2030, pero la mayor parte del resto del país cuenta con menos del 20% de la infraestructura que necesitará.
Los esfuerzos para acelerar la construcción de infraestructuras de recarga requieren una cuidadosa colaboración entre gobiernos, empresas de recarga y comunidades locales. Estos esfuerzos pueden incluir el rediseño de las tarifas de los servicios públicos para que el mantenimiento sea más atractivo y ofrecer terrenos a las redes de cargadores a precios reducidos.
El desarrollo de la recarga pública podría discriminar a unas comunidades sobre otras si no se planifica de forma manera equitativa. Además, podría haber consecuencias no deseadas del diseño de tarifas. En 2018, la consultora británica Stantec destacó que los propietarios de vehículos eléctricos con aparcamiento fuera de la vía pública y carga en casa podían cargar sus eléctricos por unas siete libras por cada 300 millas, mientras que aquellos sin acceso a cargadores domésticos (como los residentes en edificios de apartamentos multifamiliares) tenían que depender de la carga pública limitada, con un coste aproximado de 20 libras por carga.
Los esfuerzos para aliviar este tipo de desigualdades requerirían un apoyo específico a la infraestructura de recarga en zonas de bajos ingresos y medidas para eliminar las primas de coste en los puntos de recarga públicos.
Para todos los VE
Pero la recarga no solo es necesaria para los coches privados. Es necesaria para todos los vehículos electrificados, incluyendo los vehículos comerciales y de transporte de mercancías medianos y pesados, aviones eléctricos y barcos eléctricos. Todos ellos requerirán diferentes soluciones de carga debido a sus perfiles de uso y sus demandas energéticas.
Además de la infraestructura de carga, será importante ir diseñando redes para los vehículos impulsados por hidrógeno, aviones y barcos.

