Cuando se examinan dichas actitudes por países, la predisposición hacia los vehículos autónomos y conectados es muy dispar. Por lo que respecta a la preparación para utilizar vehículos totalmente automatizados y conectados, la mayoría de los encuestados a nivel de la UE dijeron que no estarían preparados para utilizar vehículos conectados (50% de los encuestados) o vehículos autónomos (53%), o tanto vehículos autónomos como conectados (56%). Los hombres eran significativamente más propensos que las mujeres a decir que estarían preparados para utilizar vehículos conectados (53% frente a 37%) y vehículos totalmente automatizados (52% frente a 34%). Del mismo modo, los encuestados más jóvenes (de 15 a 24 años) eran mucho más propensos a apoyar los vehículos conectados (64% frente a 30%) y los vehículos autónomos (61% frente a 28%) que los encuestados de más edad (55 años o más). Los que viven en zonas urbanas son más propensos a apoyar los vehículos conectados (46% frente a 40%) y los vehículos autónomos (48% frente a 39%) que los que viven en zonas rurales.
Las personas con movilidad reducida eran menos propensas que las que no tenían movilidad reducida a decir que estaban dispuestas a utilizar vehículos conectados (32% frente a 46%) y vehículos automatizados (32% frente a 44%).
Concienciación
A partir de la consulta a las partes interesadas para este estudio, las respuestas al cuestionario recibidas sugieren que la concienciación de los usuarios sobre cómo las principales tendencias darán forma al sistema de transporte en evolución es relativamente baja y, por extensión, su nivel de preparación no es avanzado. Los representantes de los consumidores y usuarios (por ejemplo, VZBV, LARES) acogen con satisfacción la oportunidad de participar más y ser mejor consultados por las autoridades y los operadores para que puedan contribuir a dar forma a la aplicación de los cambios, pero también (a través de un circuito de retroalimentación) estar mejor informados sobre las tendencias a través de su participación. Afirman que una mayor participación favorece la capacitación de los usuarios, el desarrollo de percepciones positivas y una mejor disposición a adaptarse al cambio.
La Asociación Neerlandesa de Pasajeros (Rover) señaló que se adoptan enfoques diferentes entre las cuestiones a corto y a largo plazo, con una buena participación de los usuarios y/o sus representantes por parte de las autoridades y los operadores en los cambios más inmediatos, pero poca participación en la planificación a largo plazo. Los recursos limitados de los representantes de los usuarios también suponen un obstáculo a la hora de desarrollar una mayor concienciación sobre las tendencias a largo plazo y comunicarlas más ampliamente a los usuarios a los que representan.
Los representantes de los usuarios eran más conscientes de los cambios potenciales derivados de las tendencias de descarbonización y digitalización y automatización que de la tendencia al envejecimiento de la población. Aunque las repercusiones actuales de Covid-19 eran bien conocidas, las opiniones sobre los cambios a largo plazo no estaban especialmente desarrolladas.

