Sin embargo, nos apremia el tiempo para asegurarnos de que el dinero pueda fluir rápidamente para poner en marcha los proyectos más urgentes. Por eso he animado a mis colegas ministros presentes hoy, de Rumanía, Polonia, Ucrania y Moldavia, a que ultimen su acuerdo sobre una breve lista de proyectos en las próximas semanas, porque estos proyectos deben presentarse antes del 18 de enero, fecha en que se cerrará la convocatoria del MCE en curso.
Ya tenemos resultados alentadores en la convocatoria de movilidad militar. De los 600 millones disponibles, hemos recibido solicitudes para proyectos relacionados con los carriles de la solidaridad por valor de más del 10% de toda la dotación. Confío en que podamos satisfacer la mayoría de ellas, lo cual es una muy buena noticia para los Estados miembros que están en primera línea. Quiero ver el mismo índice de éxito en la convocatoria general del MCE. Lo mismo cabe decir de la reasignación de los fondos de cohesión en riesgo de desmantelamiento.
Subvenciones en curso
Otro buen ejemplo de nuestro apoyo es la subvención de 20 millones de euros que la UE concederá a Moldavia, que se combinará con el préstamo de 12 millones de euros del BERD. Esta ayuda contribuirá a rehabilitar el eje ferroviario norte-sur y facilitará la exportación ucraniana a través del territorio moldavo hasta los puertos del Danubio.
La navegación nocturna por el Danubio (en el canal de Sulina), la mejora de los pasos fronterizos entre Polonia, Rumanía, Moldavia y Ucrania, así como el equipamiento móvil para el transbordo, las zonas de aparcamiento de camiones o la mejora de las infraestructuras ferroviarias en las zonas portuarias de Rumanía, son sólo algunos ejemplos de lo que puede empezar a construirse a principios del año que viene, si llegamos a un acuerdo común sobre las prioridades.

