En línea con la moderación del mercado observada en el segundo semestre de 2022, el vaticinio para 2023 es que se mantenga esa misma tendencia, que se cuantifica en el mencionado 1,1% de incremento en términos reales (manteniendo los precios y los tipos de cambio constantes) hasta rozar los 390.000 millones de euros.
Conviene hacer la salvedad porque el PIB de la Eurozona podría caer del 3,2% con que cierra 2022 (a falta de confirmación oficial) hasta el 0,6% en 2023, una bajada notable que, además, también está por debajo de las previsiones realizadas por los organismos competentes (el FMI) a mediados de año.
Las economías emergentes europeas tampoco diferirán mucho del comportamiento general, decelerando su evolución del 4,3% en 2022 al 1,7% en 2023.
Ralentización
El mercado europeo de transporte de mercancías por carretera se ralentizará en 2023, pero este hecho será más pronunciado en el ámbito doméstico. Un factor clave que explica el mejor comportamiento del segmento internacional podría ser las ventas al por menor y el comercio electrónico, que estimulan más flujos transfronterizos de bienes de consumo.
Es más, parece probable que muchos sectores industriales (como la construcción) sientan los efectos del debilitamiento general de las economías que se espera para 2023, y estos flujos tienden a ser de naturaleza más interna, lo que amortigua el crecimiento del mercado nacional.
El mercado nacional europeo de transporte de mercancías por carretera sólo crecerá un 0,7% en términos reales, mientras que el mercado internacional europeo total de transporte de mercancías por carretera crecerá un 2,1% en 2023.

